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Tobio llevaba persiguiendo a Shoyō, probablemente, desde hace más de 6 meses. Cuando lo vió por primera vez en una historia de su (gran) amigo Toruu (Toto, de cariño), creyó haberse enamorado. Ni rápido ni lento, le mando solicitud en Instagram, la cual fue aceptada y recíproca. Comenzó poco a poco, likeando las historias del pelinaranja, dejándole pequeños mensajes en sus preguntas, respondiendo historias e incluso manteniendo pequeñas conversaciones.
Toruu se copo ante la insistencia del menor, haciéndo una joda e invitándolos a los dos. Tobio probablemente estaría eternamente agradecido con el castaño por esto. Rápidamente en sus notas puso un "todo Toto fest??" que fue contestada por varios de sus amigos, como Hajime, Kotaro o incluso Daichi, pero no les tomó importancia, hasta el mensaje de quien esperaba.
"yo también voy, jaja"
Claramente Tobio ya sabía eso, ¿por qué más iría? Las jodas de Toto siempre terminaban en: la cot pinchando todo, en la comisaría o una denuncia (para variar) de los vecinos. Claramente, Tobio no podía ir solo, ¡por supuesto que no! Por lo cual, Kei debía ser su acompañante (como siempre).
─ ¿Una joda en lo de Toto? Dejame de hinchar las pelotas, ni en pedo. ─ Respondió volviéndose a su celular, haciendo que el azabache suelte un suspiro.
─ Dale gato, después te lo recompenso con una mac, ¿te copa? ─ Intento tentar al rubio, quien se había apoyado en la pared a mirar su celular desde la cama ajena.
─ Podría ser, pero me da alta paja boludo. ─ Expresó con una mueca, la última joda a la que fue, terminó con la peor de las resacas y encima pinchó todo porque el pelotudo de Terushima se cago a piñas con Iwaizumi.
─ Por favor, necesito ver a Shoyō en esa joda. ─ Juntó sus palmas y se inclinó levemente, pareciendo una súplica de rodillas.
─ Que hincha pelotas que sos, eh. Bueno dale, esta bien. ─ Suspiro dándose por vencido.
─ Gracias, te amo, te daría un beso. ─ Contesto con alegría, levantándose rápidamente para besar el cachete del rubio.
─ Raja de acá, pedazo de trolo de mierda. ─ Se quejó con asco, limpiandose el cachete.
El pelinegro no le dio importancia a la queja de su amigo, sentándose en su escritorio para contestar rápidamente el mensaje que minutos atrás le dejo el chico que tanto le gustaba.
"uhh joya jaja"
"voy con un amigo yo"
Tiro el primer palo, esperando que su penal sea gol. Nervioso, espero la respuesta del menor desde fuera del chat, actualizando cada 10 segundos la ventana de mensajes.
─ Para un poco, pajero, ya te va a contestar. ─ Dijo al notar la insistencia del azabache desde el borde de la cama.
─ Tengo el orto temblando. ─ Comentó en un susurro.
