UNA FIESTA DE LOCURA

236 18 10
                                    

—esa mañana era hermosa y sabían muy bien que era por estar juntas, Claudia se levantó un poco más temprano y se quedó admirando a la mujer que tenía entre sus brazos, la amaba y lo sabía desde aquella vez que las dos cruzaron miradas aquella tarde de verano— mi amada flor —dijo mientras acariciaba su mejilla delicadamente tratando de no despertarla— te amo —susurró—

Yo también te amo cariño, pero es muy temprano, déjame dormir un poquito más —dijo mientras hacía un puchero y se pegaba un poco más a Claudia —

—rie— dormilona, ya son las  nueve y media de la mañana, no es tan temprano —su voz era burlona pero amorosa —

Sí, pero yo no quiero despertar, estoy muy cómoda —dijo con la voz amortiguada por el pecho de la contraria —

Oh vamos, Xo, debemos desayunar y arreglarnos —sonrie al ver que ni se movía —

¿Arreglarnos? ¿para qué? —dice mientras levanta la mirada y se le notaba confundida —

Oh vamos, ¿no recuerdas? Hoy es el día de la fiesta “sin rencores" todos los miembros de los partidos van a estar y es obligatorio ir —explicó—

Ah, si, vaya mi me acordaba, entonces debemos ir, ¿A qué hora es? —dijo mientras dejaba un beso en el mentón de Claudia—

A las 3 de la tarde comienza y creo que se acaba como a las 9 o 10 de la noche ¿Porqué? —pregunta algo extrañada—

Oh apenas tenemos tiempo, debes ir a tu casa y cambiarte, pero primero, vamos a desayunar, yo lo preparo ¿Que te gustaría desayunar? —preguntó mientras tomaba su bata de dormir y se la colocaba para después levantarse—

Si, que te parece si desayunamos, voy a mi casa a cambiarte y nos vemos allá como a las ¿tres y media? —dijo mientras se colocaba su ropa que estaba regada por el piso —y me encantaría desayunar hot cakes —sonrie—

Me parece perfecto, ahora vamos a desayunar, te haré unos ricos hot cakes —dice y se encamina para salir del cuarto e ir a la cocina—

Pero yo quiero ayudarte a hacerlos —dice llendo tras de ella —

Ah no, cariño, tú te sientas y esperas tu desayuno,

—claudia sonríe por el apodo— pero yo quiero ayudar

Ya dije que no, yo quiero hacerlo, estoy segura que te van a encantar —dijo mientras bajaba los ingredientes de la alacena y los  empezaba a vertir en un bowl para hacer la mezcla—

Está bien, cariño —se sienta— todo lo que cocinas es delicioso, todavía me acuerdo de tú sazón —sonríe mientras recarga su cara entre sus manos—

¿En serio? Me alegro mucho— siguió haciéndolos mientras picaba algo de fruta y le acercaba las opciones de jarabe —

Sí —agradeció mientras le lanzaba un beso—

—se sonroja— no es nada
—se acerca y deja la canastilla con los hot cakes y se sienta—

Te amo ¿sabes? —dijo mientras cortaba su hot cake y se lo metía a la boca—

—se vuelve a sonrojar—
Lo sé, yo también te amo mucho —dijo mientras se comía un pedacito de hot cake—

—después de él rico desayuno se despidieron con un hermoso beso.
Después de todo eso que pasó en esos días, Claudia aún no se creía como la vida le sonreía y se volvía más colorida; llegó a su casa pasadas las 12 del día. Muy feliz se metió a bañar porque sabía que podría estar con Xochitl sin ningún tipo de impedimento. —

—Eran las tres y quince de la tarde cuando Xochitl iba llegando, no esperaba ver tanta gente pero estaba feliz sus únicos pensamientos iban dirigidos a su amada; saludó con su humor tan alegre característico del ella.—

TODO POR GANAR EL PODER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora