Primer contacto

26 5 1
                                    

En el pequeño mundo donde existimos solo parecemos ser nosotros. Pero si es que pensamos fuera de la caja podremos encontrar muchas más personas, un mundo con más colores y muchos más sabores.

"Dicen que nuestra vida es fugaz pero no se siente así aún ¿no?, las cosas pasan bastante rápido y aun así cuando estoy contigo es cuando el tiempo se detiene solo para recordarme que tú y yo somos los únicos en el infinito espacio".

"Te amo porque eres muy diferente a todo lo que me esperaba de ti y no encuentro motivos para odiarte sino son todos estos momentos en los que me hubiese gustado desaparecerte con solo mirarte o incluso ignorarte, pero... quiero que me odies de la misma manera que te amo porque cuando te amo una gran parte de mi se escapa para darle forma a tu figura dentro de mí".

Llevo mucho tiempo sabiendo que el amor nunca es esperado, es como ver al sol y esperar que se mueva para que termines en sombra. Si tienes suerte las nubes lo taparán y conseguirás sombra y aun así puede que las nubes hagan llover, la otra opción es esperar. Pero, cuando te des cuenta ya será de noche, todo tu día ya habrá pasado y la única forma de conseguir sombra es que uno mismo la cree.

Aun sabiendo todo esto soy el que espera la sombra de las nubes sin importar el pasar de los días. ¿Sabes qué es la eterna noche?..

La eterna noche es ese punto donde el sol se cansa y la luna lo alcanza, por unos instantes se crea la noche durante el día y es ahí donde una pequeña fracción de tiempo la eterna noche se hace presente. La eterna noche es donde ya todos los espíritus se encuentran y saludan para luego olvidarse de quienes son y volver a la tierra siguiendo el ciclo de la vida.

Una parte de mí no quiere dejar de creer en que en algún momento esas nubes llegarán a mí y me eclipsarán de este sol. Sol infernal que quema como si de el interior de un volcán se tratase.

Lo único que tenemos por seguro en la vida es que la eterna noche de todos modos va a llegar.

Soy Eider un chico de baja estatura (es igual o poco debajo del promedio) flacucho y muy cansado a la vista.

Tengo en mi corta vida un amor que nunca me corresponderá. Cira, una chica de un gran carácter es alta tiene el cabello corto y aparenta menos de lo que es en solo una mirada.

Nunca hemos hablado, pero si hemos cruzado miradas más de una vez y eso es lo que en cierto modo me atrajo, una mirada profunda, silenciosa y muy apasionada. Solo con su mirar pudo decirle a mi corazón que volviese a latir como cuando te subes a una montaña rusa y sabes que viene la bajada sin frenos.

No es que me vuelva loco, pero si me pongo nervioso al notar su presencia en mi espacio, siento como si el corazón latiese cada vez más fuerte y más rápido. Lo escucho retumbar dentro de mí y tengo miedo de que alguien ahí lo pueda escuchar.

Dejem- dejando de hablar de ella, tengo mis amigos, Adara y Lier.

Adara es una chica baja, tiene el pelo rizado y castaño, su tez es un color blanco y tiene un sentido del humor muy extraño con unos gustos por las cosas oscuras, una personalidad introvertida y apática.

Lier es un chico bajo y con personalidad extrovertida y testaruda, tiene el pelo corto y color castaño claro con una tez tostada por exposición solar, deportista e inteligente.

Los tres hablamos de temas muy aleatorios durante todo el día y cuando toca despedirnos nos cuesta un poco, nos sentimos incómodos y yo personalmente siento que sobro ahí. Aunque se demás que si les cuento todo saldrá mal, los conozco y estoy seguro de que en cualquier caso preferirían alejarse a que nos sigamos incomodando.

Hoy acordamos salir los tres a pasear y charlar, estoy aquí esperando a los dos y me aburro, acordamos encontrarnos en la plaza norte, aunque se me hace raro que sea aquí debido a que somos todos de la parte sur de la ciudad.

15:23. Aún no hay nadie y acordamos estar todos a las 15:15, estoy solo y Es un día soleado, siento que el tiempo pasa muy lento ¿Por qué será?, Mejor voy a revisar mi teléfono y saber si es que les ocurrió algo. No hay nada en la bandeja de entrada, pero, aunque ya sintiese que hayan pasado más de cinco minutos solo ha pasado uno...

Observaré mi alrededor y buscaré a mis amigos disimuladamente...

Está aquí. Es ella... Sentada en un columpio dándose vuelo y subiendo y bajando, sentada junto a otra persona hablándose y mirándose como si nunca fuesen a separarse. Me escondo tras un árbol, sentado en una banca que reprime mis sentimientos y condena mis pensamientos haciéndome cuestionar todo lo que pasa a mi alrededor y dándome consuelo.

Estoy suficientemente lejos como para no oír la conversación, pero suficientemente cerca como para que nadie me reconozca, quiero observar la escena cuando.. un retorcijón en mi estómago me avisa que estoy nervioso y luego empieza todo a dar vueltas.

Necesito encontrar la calma dentro de todos estos pensamientos que corren de un lado a otro y cada paso que dan es aún más fuerte que el otro. Es como si siete voces gritaran dentro de una pequeña habitación que no tiene ni siquiera un pequeño orificio donde entre un rayito de sol.

Pero dentro de todo este alboroto.. escucho una frágil voz que se quiebra y que llora ahogándose en un mar de dudas. Esa voz parece no provenir de dentro de mí..

Miré hacia a aquel lado donde los columpios ya dejaron de crujir, contemplé la tristeza de quién amo bajo un cielo que empezaba a nublarse...

- Oye.. eres.. Cira ¿no?

- Sí.. ¿Cómo me conoces?

- ¿Puedo? - dije mientras apunté a aquel columpio que se encontraba a un costado.

- Si tú quieres..

- Soy Eider y voy en tu misma escuela te conozco porque en algún que otro momento nos hemos cruzado.

- Te he visto.. ¿Qué quieres? - dijo mientras intentaba secarse las lágrimas.

- Yo solo quiero saber el por qué estás triste..

- Estoy así porque alguien quién me importa se ha ido de mi vida.

- Oh.. lo siento.

- No es tu culpa, es mía.

- No creo que sea tu culpa, eres alguien maravillosa y por como he visto eres alguien muy genial.

- Yo no estaría tan segura de mi respuesta..

- Entonces déjame comprobar si es que debo creerte.

Sonreí levantándome de aquel columpio y estiré mi mano para invitarla a levantarse a mi lado mientras el espacio se aclaraba y todo aquello que era oscuridad de pronto desaparecía de los ojos de aquella chica que tenía frente a mí.

- ¿Qué dices? ¿Quieres conocer a nuevos amigos?

Me miró y otra vez sentí que su mirada hacía cambiar todo el espacio a mi alrededor y ya esas nubes desaparecían mostrándome nuevamente la luz del sol. Tomó mi mano en señal de asentimiento y la ayudé a levantarse.

Luego de la escenita le conté sobre mi vida y compartimos unos minutos sobre nuestras vidas, volví a revisar mi teléfono y noté que me habían regañado, era en la plaza sur e iba extremadamente tarde y reí junto a Cira mientras nos poníamos en marcha.

Un EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora