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El verano terminó, llevándose los días calurosos y soleados, siendo estos remplazados por tardes ligeramente nubladas y brisa fresca acompañada con lluvias leves. Muchos dirían que el clima le daba un aspecto triste a los días, en especial Tania, ella disfrutaba del sol y el prominente calor a mediados de año.

Comenzó a acostumbrarse a usar abrigos y despedirse de sus vestidos veraniegos pero a pesar de todo, estaba contenta. Las clases habían iniciado y era una nueva oportunidad que no iba a desperdiciar, tenía buena compañia y motivación. Qué era lo que no había podido encontrar en su antiguo hogar.

Y así como cambió su ambiente, también su familia...

Rara vez veía a su padre, quien había cambiado su actitud hacia la joven. Se había vuelto frío y distante, pasando la mayor parte de su tiempo fuera de casa y cuando estaba presente, pocas veces le dirigía la palabra. Esto le preocupaba, el hombre había estado hablando sobre mudarse a un estado diferente debido al trabajo que adquirió. Le molestaba la distancia entre ellos, ya que siempre había cierto grado de confianza, extrañaba a su padre y su esencia soñadora.

Ese día se levantó temprano, con una enorme motivación tomó una ducha y se vistió comoda pero abrigada, nuca faltaba algún accesorio distintivo de ella, un pequeño prendedor color rosa.

El desayuno estaba listo cuando bajo y su tía estaba vestida con ropa deportiva, su esbelta figura lucia estilizada y el cabello recogido dejaba a la vista las pequeñas pecas en sus mejillas. La mujer le sonrió y charlaron un momento hasta que su padre irrumpió ruidosamente en el comedor. El silencio se apoderó y la joven miró al hombre fijamente.

Tenia un aspecto desaliñado, sus ojos cristalizados y este usaba una mochila desgastada que tiró al suelo bruscamente.

"Antonio, no te esperabamos tan temprano." comentó la mujer. Se notaba nerviosismo en su voz, miró hacia la joven un momento. " Puedo prepararte algo si quieres, no hay problema."

"No, veo que no se molestaron en pensar en mi." soltó y se dirigió al refrigerador.

"Solo no creímos que estuvieras despierto tan temprano."

"¡Acabo de llegar de mi turno, estoy malditamente cansado y cuando regreso no encuentro nada hecho!" asotó la puerta del refrigerador y miró a la mujer.

"Papá..."

"¡Ni lo pienses! Te miras muy agusto, si no hubiera sido por mi, no estarías ahí sentada comiendo a expensas de otros." soltó con desdén apuntandole con el dedo.

"Ella no tiene la culpa, no la metas en esto." dijo Ally caminando hacia él.

"¡No hay nada en esta maldita casa!" gritó golpeando su palma en la mesa, el vaso de jugo se volcó sobre el desayuno de la joven, quién se levantó rapidamente.

"¿Qué demonios está pasando aquí?" exclamó su tío quién entraba por la pueta trasera.

Nadie dijo nada. Su padre suspiró,tomó la mochila del suelo y salió de la casa.

La joven tenía la vista clavada en su desayuno arruinado, la mujer vociferó algo que ella no pudo entender; si no hasta que sintió un suave toque en su hombro, volvió en si.

"Vas a llegar tarde, ¿quieres que te lleve?" le sonrió la mujer.

Ella negó suavemente.

𝘣𝘭𝘶𝘦 - 𝘸𝑎𝑙𝑘𝑒𝑟 𝘴𝑐𝑜𝑏𝑒𝑙𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora