Capítulo 7

82 28 1
                                    

—Gulf ¿Puedo pasar? –Decía suavemente Bright asomando la cabeza dentro de la habitación —¿Está todo bien?

— ¡No Bright! ¡No está nada bien! ¡Gracias por preguntar!¡Y si, si puedes pasar! –Exclamó en respuesta el Gamma, quien se había recostado en su cama boca abajo —¡Maldita sea con mi padre! ¡Vamos, jamás lo molesto y ahora me sale con esto!

—Gulf, no seas ridículo –Ingresó a la habitación y se sentó en un sofá a un lado de la ventana — Siempre te la pasas molestando con tu ideas un tanto extrañas.

—¿A qué te refieres con eso? –Giró la cabeza aún recostado hacia el.

—Bueno, para empezar, tu fuiste quién decidió no usar collar ni supresores retando a tu padre.

—Pero fue para hacer más realista esto de fingir que soy un "Alfa". No crees que una persona normal se preguntaría "¿Qué está haciendo ese Alfa con ese collar?" ES OBVIO QUE LO HARÍAN –Exclamó —Estoy, bueno, más bien estaba siguiéndole el juego.

—¿Qué me dices de tu carrera en escritura creativa? Fuiste tú quien lo eligió.

—Mi padre lo aceptó por que llevo Comunicación y Relaciones Públicas. Fue un trato y nada más.

—¿Y tu auto?

Gulf   lo miró crédulo.

—Fue más para ti que para mí, Bright.

Era cierto, el gamma realmente nunca había tenido algo a su favor cada vez que hablaba con el Señor Kanawut, eran más que nada apuestas o tratos que ambos ponían en la mesa para ver quién daba una mejor opción.

No era como que lo tuvieran cautivo físicamente, de hecho, el gamma solía salir con otros géneros a cafeterías, películas, parques y otros lugares, siempre y cuando alguien de confianza lo acompañase y cuidase, por que él solía ser muy confiado en que no le pasaría nada.

Pero él sentía que seguía siendo cautivo. Sentía que no encajaba cuando salía con sus "amistades", pues de vez en cuando invitaban a Omegas que se le insinuaban y la incomodidad lo rodeaba, pero él solo se quedaba con las ganas de mostrar quien era en verdad... mostrar aquellas prendas que solía comprarle su madre cuando salía de viaje, que eran diseñadas tan preciosas para tan bello cuerpo o mostrar que su aroma, precioso e inigualable, fuese la envidia del lugar.

No como esas y esos ridículos que solo querían llamar la atención para obtener dinero.

Pero si él revelaba quién era... solo dios sabría que le pasaría.

—Escúchame Gulf –Dijo un poco serio llamando la atención del otro que tenía la cabeza hundida en la almohada —La verdad es que tengo miedo...

Esto lo sorprendió.

—¿Miedo?¿Pero de qué estás hablando? –Se incorporó sentándose en su cama colocando la almohada en su estómago.

—He estado contigo desde hace mucho tiempo, protegiéndote, ayudándote, siguiéndote y convirtiéndome en un gran amigo, tanto tu para mí, como yo para ti –Afirmó —Pero con ello, es obvio que tengo miedo de que algo te pase. No puedo estar vigilandote las 24 horas de los 7 días de la semana, y como amigo también deseo darte tu espacio y que descanses de mi presencia como hace poco hice.

—No me molesta en absoluto tu presencia y lo sabes Bai –Lo llamó con cariño —De hecho, estos 3 meses que no estuviste, aquel gorila de allá abajo era quien me vigilaba, y cuando estábamos solos, no hacía ni un solo ruido... me estresaba.

—Pues... en realidad, estos 3 meses estuve en casa de los Paswitch... –Suavizó con nerviosismo y miró sus dedos entrelazados.

—¿Qué? –Pregunto incautó —Creí que habías salido a un playa de por ahí a buscar una aventura con una bella mujer o un apuesto hombre, o quizás visitar Rusia, yo que sé, jamás me quisiste contar.

Gamma AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora