Barba de tres días

Capítulo 2

Para asegurar la integración de sus agentes en la sociedad de Ostania, WISE realizó un estudio social. Analizaron los lugares de reunión más usuales y las personas que los visitaban. Así que una cafetería donde un doctor y su paciente anciana se encontraran no despertaría sospechas.

Aunque en realidad, quienes estaban presentes eran el mejor espía de Westalis y su ex aprendiz compartiendo la información más reciente. Según lo que se había observado, Ostania estaba poniendo obstáculos al ingreso de ciudadanos de países limítrofes. Sin embargo, más que por una cuestión política amenazante, el conflicto parecía ser algo absurdo.

Estaban evitando aceptar la entrada de personas demasiado altas, temiendo que las mujeres del país se sintieran atraídas por los extranjeros.

—Esto es demasiado ridículo —dijo Nightfall con su expresión habitual.

—Lo es —apoyó Twilight, terminando de revisar las imágenes de los involucrados—. Pero parece que no te llevará mucho tiempo resolver este asunto.

Bond se estiró y se puso de pie, apoyando su mentón en la pierna de su dueño mientras lo vigilaba. Ambos se miraron a los ojos. Cuando Twilight no dijo nada, el perro gruñó y finalmente recibió caricias detrás de las orejas.

Nightfall observó la escena con expresión seria.

—El perro.

—Mi mañana solo fue sobre información. No pensé que fuera a ser una molestia —se apresuró a explicar Twilight—. Además, el asunto a tratar era simple.

—Entonces, podré volver a la sede más rápido —insistió la mujer.

—Sí, eso creo.

Aunque pensó que ya habían acabado de hablar, Nightfall seguía ahí, sin moverse. Twilight necesitaba irse rápido para no perder la oferta de pasteles en la panadería y cuidar su cuello tenso.

A pesar de ser un espía, también tenía sus propias necesidades que atender.

—Oye —exclamó Twilight para llamar la atención de la mujer—. ¿Tenemos algo más que hablar? —preguntó, un poco impaciente—. Necesito continuar con mi misión.

—¿La operación Strix te tiene ocupado todo el tiempo? —preguntó Nightfall con un suspiro—. Pensé que tu esposa y tu hija se encargarían ya.

—Yor no se siente bien, tal vez tenga un virus en el estómago —explicó el espía con paciencia, recordando que también necesitaba comprar medicamentos—. Anya ya puede cuidarse sola, excepto por algunas cosas. Afortunadamente, ella ha estado pasando tiempo en la casa de Becky Blackbell, lo que me ha permitido estar más pendiente de mi esposa.

Nightfall simplemente asintió, extendiendo su mano disfrazada con tensión.

Bond volvió a soltar un respingo, llamando la atención de Twilight. Este se giró hacia el perro y sonrió al verlo mover la cola con felicidad. Aunque estaban hablando de trabajo, una sensación cálida llenó su corazón.

Echó un vistazo a su reloj y se dio cuenta de que era casi mediodía. La mañana había sido muy ocupada, con muchas cosas que hacer. Pero aún quedaban cosas por resolver.

—Debo retirarme —anunció Twilight, dando a entender entre líneas que no podían quedarse más en ese lugar para evitar levantar sospechas.

—Entendido. Cuídese mucho —se despidió la anciana, aunque en realidad Nightfall intentaba comunicar que aún no habían terminado de actualizar la misión.

Sin embargo, Twilight no pareció darse cuenta. Comenzó a caminar hacia su casa junto al perro de la familia, como cualquier habitante de Ostania. Actuaba como un hombre común.

Lo que él no notó, o quizás ignoró, fue que su ex aprendiz lo observó hasta que se convirtió en un punto en el horizonte con una mezcla de nostalgia y emoción, tratando de ocultar sus sentimientos detrás de su apariencia de anciana. Pero su mirada fue tan evidente que la camarera del lugar se acercó para hacerle un comentario.

—Era un doctor muy atractivo, y su rostro reflejaba mucho de su encanto.

La anciana asintió con la cabeza en señal de acuerdo.

—Y además su... —continuó la camarera, pero fue interrumpida por un bastón que le golpeó la pierna.

La camarera nunca sabría que todo fue planeado, y que la agente encubierta deseaba que nadie más hiciera algún comentario sobre el rasgo de Twilight que la había cautivado esa mañana.

Nota de la autora: Me gusta burlarme de Nightfall. Y ya, esa es la nota de hoy.

Ciao.