capitulo 7

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Alana

Me despierto con molestia por la maldita luz en mis ojos, como de una linterna que apunta alguien. Y puedo notar que enfrente mío tengo a un señor con bata blanca, viejo y con unos lentes delgaditos, de esos que usan las abuelas regañonas y amargadas. Se separa Rigoberto y toma una carpeta amarilla y apunta sepa que cosa. Lo miro con cara de asco, y al parecer el nota mi mirada hacia el, eleva su mirada y se me queda mirando, nos mantenemos así por un buen rato párese como si estuviéramos jugando a guerrás de miradas, ninguno parpadea ni se mueve. Hay un silencio tenso, pero no me molesta no le muestro ningún tipo de miedo o incomodidad, nunca hay que demostrarse débil asia una persona que no conoces. Nunca.

Hasta que el toma la palabra y rompe todo mis pensamientos

— que? — alega, pero no le respondo solo me le quedo viendo — no hablas o algo parecido?

— que me estás haciendo? — indagó

— nada que te pueda hacer daño, de hecho deberías de decirme gracias, casi te salvó de la profunda dormición — presume

— pues yo nunca te pedí ayuda, asi que no te diré eso que pediste — me levanto y paso por su lado

— eres tan orgullosa, nadie te avía dicho eso??

— no, eres el primero, felicidades — le aplaudo

— ya me voy, avisaré que vengan a no se — abre la puerta del cuarto y sale de mi campo de visión

Yo por otro lado me siento sucia y un poco mareada pero no es gran cosa. Entro al baño y abro la llave para que se llene la bañera, nunca he usado una bañera ¿Que loco no?, asi que aprovecharé. Salgo al balcón y puedo observar la linda vista, los jardines con lindas rosas rojas y blancas, solo esos colores no hay más. Los arbustos bien formados de una forma rectangular y una fuente de agua en el centro de todo color negro, es hermoso

Me devuelvo al baño para cerrar la llave y cierro la puerta con candado, no voy a arriesgarme a qué alguien entre por esa puerta. Preparo el agua, me desvisto y me adentro a la bañera, el agua está en su punto perfecto, me siento tan relajada sin nada de que preocuparme, cierro mis ojos y me quedo no sé por cuánto tiempo pero el suficiente como para conformarme. Me exaltó al sentir que me tocan mi hombro, volteo a ver quién es

— lárgate maldito idiota!!!!! — es emanuel, le aviento el champú que tengo a un lado

— oye!!, cálmate maldita loca — se ríe

— que te salgas, que no sabes lo que es privacidad!!!! — tomo la toalla y me cubro con ella — largo!!!

Volteo a emanuel y lo saco a patadas del baño y asoto la puerta en su cara.

<<< Me miró desnudaaa!!! DESNUDA!!! >>

Me seco lo más rápido que puedo y me cambio. Abro la puerta, salgo y puedo notar la sonrisa estúpida de el

— por qué carajos entraste en mi baño a pesar de que estaba cerrado!!! — le abiento una mazeta

— cálmate si, no mire algo que no debía, buen...

— no quiero que agas eso otra vez, entendiste — le apunto con mi dedo índice

— esque te estába hablando y no respondías — lo miro feo y el levanta las manos en son de paz — si, si como digas

—ahora vete — abro la puerta para que salga — que no quiero hablar contigo

— que amargada eres — chilla

— ha y dame las llaves del baño — pongo la mano para que me las de

— no — sentencia

— que me des las malditas llaves! — me enojo

How Dangetous Can It Be (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora