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ㅡ¡Solo es uno más! ¡Por favor! ㅡ suplica de nuevo el menor, con un pequeño mohín en sus labiecitos.
La verdad es que SungHoon estaba a nada de ceder. No soportaba que su lindo novio estese triste. Pero más le rompía el corazón imaginarse que sería de él si Jake se fuese de su vida por la diabetes.
En definitiva, no dejaría que pasase eso.
Pero era inevitable escuchar los ruegos que daba el menor.
ㅡ¡Solo unito más, Hoonie! ¿Sí?ㅡy las súplicas de Jake eran constantes, y aquel apodo lo dijo sabiendo que, su grandote novio, tenía una debilidad con él.
Esta vez no se negaría, esta vez no.
Vio como el rostro del mayor se alzó en su dirección, mientras aún comía de su plato. Esa era la señal, ¡debía aceptar, o se juraba a sí mismo, jamás volver a probar bocado alguno!
ㅡEsta bien ㅡ menciona el mayor, mientras sus ojos conectan con los contrarios. ㅡPero con una condición.
¿Condición?
Esa era en definitiva un reto, el cual Jake lo llevaría cabo si o sí.
O tal vez, ¿no?
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