📍Ciudad de México -
✈️ Buenos Aires, Argentina
Febrero, 2021Karol Sevilla.
Deslicé la maleta sobre el frío piso del aeropuerto con el corazón en la mano y deseando que todo salga bien de ahora en adelante.
Mamá, Julia y mi novio, nos acompañaban a mi y a Pau a tomar el vuelo, salía en dos horas a plenas tres de la mañana
El evento era éste viernes primero de marzo, pero nos anticipamos con dos días para no estar tan apresuradas
— ¿Cuándo vuelven? —preguntó Julia en cuánto llegamos al check in para la verificación de boletos y el peso de las maletas—
— Pau me dijo que el dos, seguramente por la noche —contesté abrazándome a Chris que no dejaba de besar mi cabeza— por favor no se diviertan sin mi
— Sabemos muy bien que la diversión no sucede sin Karol Sevilla —dijo mamá riendo y corrí a abrazarla— ay mi niña
— No entiendo porque me dejas sola —susurré– dijiste que siempre ibas a acompañarme
— Ya estás grande, debes independizarte —tomó mis mejillas besando mi frente— todo saldrá bien, vas de la mano de Pau quien ha estado contigo por mucho tiempo
Sonreí asintiendo y de nuevo la abracé
— Karol, recuerda que tienes una mejor amiga en México y que no te puedes quedar en Argentina solo porque se te da la gana
Miré mal a Julia ante su comentario y la empujé — Obviamente que no me olvido de ti estúpida
Soltó una carcajada abrazándome con fuerza— Te admiro amiguita linda, siempre voy a desearte lo mejor
— Yo lo sé, y te lo agradezco mucho
— Recuerda el objetivo de Buenos Aires —dijo divertida y confundida me alejé—
— ¿De qué hablas? —susurré—
— Ruggero, querida —rodó los ojos y abrí mi boca— ah, ah, nada de quejas.
— Cállate que Chris está detrás mío
— Olvídate, está hablando con Carolina —sonrió emocionada y me movió de los hombros— anda, prométeme que aprovecharás
— ¿Aprovechar qué? No, no Julia tú sí que estás loca
— Te mueres por ese italiano. Niégamelo
— Pues sí, te lo niego. Solo seremos compañeros de trabajo, hasta ahí —fruncí mi ceño— y ademas él tiene novia
— Y dale con lo mismo, qué no tiene joder —me regañó
— ¿Y tú qué sabes eso? —alcé mis cejas
— Quizá porque hace poco le di follow en Instagram —sonrió pícara— y lo investigué
— ¡¿Qué?! —chillé en susurró— estás pendeja
— ¡Dale! No fue nada —se carcajeó– hay que estar cerca de la carnada y, obviamente que yo seré tu palomita mensajera
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¿Ahora es el momento?
JugendliteraturLas promesas incumplidas son como una deuda que no se ha saldado y me quedó más que claro cuando nos volvimos a encontrar.