Enero, 2021
📍Ciudad de MéxicoKarol Sevilla.
Domingo por la mañana. Estoy siendo bendecida
Iríamos a almorzar tacos, ¡por Dios! Mi debilidad, después iremos a casa de Gabriela a ver las fotografías de la sesión.
Mañana haremos unas últimas tomas y el catálogo estaría listo
Salí del baño con una toalla envuelta en mi cuerpo cuando alguien tocó la puerta de mi cuarto
— Soy yo, hija
— Pasa mamá —alcé un poco la voz y vi que se asomó por la puerta—
— ¿Estás ocupada?
— Salí de ducharme —respondí con una leve sonrisa—
— Está bien, solo quiero hablar contigo de algo importante
Entró y caminó hasta la cama para sentarse mientras yo buscaba ropa en el clóset
— Ha llamado Díaz respecto a la propuesta que recibiste
La miré rápidamente
— No se ha negado, como tampoco ha aceptado, él quiere verte y charlar contigo
— Está bien mamá pero aún no he dicho que sí
— Por eso he venido a preguntarte. ¿Consideras realmente esa propuesta?
Me detuve un poco y suspiré
Quería, claro que quería. Necesitaba probar nuevas cosas
Pero, tenía miedo
Miedo de volver a Argentina y que... ¡no por Dios! Nada va a ser igual. Todo es diferente
Convéncete de eso Karol
Me encogí de hombros en respuesta ahuyentando mis pensamientos y me di la vuelta nuevamente. Saqué unos pantalones flojos y un crop top gris de algodón.
— Lo estoy pensando, y hay más pros que contras, sabes. Y sinceramente mi corazonada pide que diga a gritos: ¡Sí, acepto! Y por otro lado mi cabeza se resiste diciéndome: ¿Volverás a Argentina? Además, ¿con quien trabajaré? Esa es la cuestión
Bufé y la miré devuelta
— Sí quiero mamá, pero... ¿todo saldrá bien?
— Eso depende de ti Karol —me señaló—
Se puso de pie y caminó hasta la entrada
— Te espero para irnos a almorzar.
[...]
Bajé del auto que mamá conducía mientras comía de unas papas fritas que me pedí en el autoservicio del Mc Donald's, la verdad que ya me estaba dando hambre una vez más después de los tacos
Seguí a mamá hasta la entrada de la boutique de Gaby y al abrir nos encontramos con movimientos de un lado a otro de la gente
Colgando ropa por acá, vestidos, pantalones, zapatos en cajas... okay, creo que el abrir un nuevo local en la ciudad las estaba volviendo locas
Fuimos hasta la parte trasera del la boutique y vi a Gabriela a lo lejos que recortaba unas telas con ayuda de Lilian y Mari
— Hola, buenos días —saludé sonriente y me miraron las tres—
— ¡Karol! Por fin llegas —chilló Mari— tienes que ver los vestidos que vas a usar hoy
— Son preciosos —dijo Lilian sonriendo— te lo prometo
ESTÁS LEYENDO
¿Ahora es el momento?
Novela JuvenilLas promesas incumplidas son como una deuda que no se ha saldado y me quedó más que claro cuando nos volvimos a encontrar.