—Hermano... no puedes en serio abandonar el Lacrosse —pidió, no rogo, su hermano de otra madre— Vamos hermano no me puedes hacer esto
—Vamos, estarás mejor sin mi, la verdad, entre solo por... ya sabes ser popular y tener una atención de Lydia... como nada se cumplió, no tengo por que seguir allí amigo.
—Pero...
—Pero nada viejo —dije relajadamente— Si te hace sentir mejor, estaré en la mayoría de tus entrenamientos y en los partidos, echándote porras junto a Allison.
—Esta bien... —se resigno, estaba por volver a hablar hasta que una música de un lenguaje, que se me hacia raro, comenzó a sonar en el parque— ¿Qué es ese sonido?
—No se, pero me dio curiosidad, vamos.
Scott y yo nos acercamos al origen del sonido y nos encontramos con un ensayo de la danza de caporales. Scott comentó que esa danza era demasiado exhibicionista, pero yo no pensaba lo mismo. Me llamó la atención cómo las mujeres movían sus faldas y saltaban con tacones, mientras que los chicos prácticamente brincaban al compás de la música. No entendía el español, así que no sabía que ese baile era Caporales, ni siquiera lo descubriría en ese capítulo, pero lo que sí sabía era que quería aprender a hacer esos movimientos.
—¡Guau! ¿Has visto eso, Scott? —exclamé emocionado mientras observaba a las chicas y chicos bailar.
Scott frunció el ceño. Era hombre lobo, pero eso no le quitaba su lado conservador y bobo, aunque de muy buen corazón.
—Stiles, eso es demasiado... exagerado, ¿no crees? —respondió, sin mostrar mucho entusiasmo.
—¿Exagerado? ¡Para nada! Es impresionante. ¿No te gustaría poder hacer algo así? —pregunté, intentando contagiarle mi emoción.
Scott negó con la cabeza.
—No, la verdad es que no. Prefiero mantener mis pies en el suelo, literalmente —dijo con una sonrisa torcida.
Bufé con sarcasmo.
—Vaya, qué sorpresa, Scott. ¿Quién lo diría? El hombre lobo aventurado y divertido, ¡Vamos viejo donde esta ese entusiasmo por aprender algo nuevo!
Scott rió y me dio un golpe en el hombro.
—Hey, soy tu hombre lobo aventurado y divertido, ¿recuerdas?
—Oh, cómo podría olvidarlo —respondí, rodando los ojos—. Pero en serio, ¿no te da al menos un poco de curiosidad?
Scott pareció considerarlo por un momento, pero luego negó con la cabeza nuevamente.
—Lo siento, Stiles. Esto no es para mí.
Me encogí de hombros, resignado.
—Está bien, cada quien con sus gustos. Pero yo sí que voy a aprender a hacer eso.
Scott me miró con una mezcla de incredulidad y diversión.
—¿En serio?
—Claro que sí. ¿Por qué no? Además, ¿quién sabe cuándo nos pueda servir en una situación peligrosa? —respondí con una sonrisa traviesa.
Scott sacudió la cabeza, pero no pudo contener una risa.
—Eres imposible, Stiles.
—Lo sé, pero eso es parte de mi encanto —dije con una sonrisa, mientras volvíamos la vista hacia el ensayo de caporales, seguí observando el espectáculo con fascinación, absorto en la energía y la gracia de los bailarines. De repente, una de las mujeres que bailaba me guiñó el ojo en medio del baile, lo que me tomó por sorpresa y me hizo sonrojar instantáneamente. ¿Por qué me estaba guiñando el ojo? ¿Acaso lo estaba haciendo con todos o era solo conmigo? Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché la risa de Scott a mi lado.
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Amor en la saya. [Sterek]
FanfictionDonde Stiles le fachina la danza de caporales. Donde Derek espera que alguien le dediquen un baile.