He pasado por tantas cosas en la vida, que la gota que colmó el vaso fue lo de Pablo. Jamás me imaginé que todos los años vividos con él resultarían una mentira que él mismo se encargó de hacerme creer. Cada noche, al cerrar los ojos, soñaba con aquel momento cuando le encontré con otra chica, una de las muchas que, de no ser por la confesión de su ex mejor amiga, jamás le hubiese descubierto y es que lo odiaba tanto, pero no me metería en líos de venganza, mi vida valía muchísimo para desperdiciarla de ese modo.
-Estoy segura de que no te arrepentirás, además solo será un mes o por ahí, ¡venga, vamos! Insistió mi mejor amiga sujetándome de las manos, mirándome con cara de cachorrito tierno, logrando sacarme una sonrisa y asentir con la cabeza.
—Es mejor despejarse un poco a que aventarse de un puente—.
—¡Te quiero, Nia! —me abrazó haciéndome reír por lo rara que estaba actuando. usualmente era una tía seria y directa que no quería volver más a China hasta que recibió una noticia de la mamá. La había dejado como herencia un hermoso apartamento en Pekin. —¡Esto será la bomba!
El vuelo duró 11 horas de placer, sentada con el culete, doliendo y escuchando a Fei la historia de su familia sobre cómo por años su madre estaba en luchas con el resto de sus hermanas por la herencia que los padres habían dejado. Como en toda familia, a diferencia de que yo no la tenía, desde que me fui de la casa de mis padres adoptivos, quienes solo esperaban que cumpliese la mayoría de edad para que les deje en paz, entonces ¿por qué me adoptaron? Quizás la emoción del momento por convertirse en padres que desaparecerían una vez iniciaran la vida matrimonial en todo aspecto, incluyendo sus infidelidades.
Una vez salimos del aeropuerto, pillamos un taxi hacia la nueva casa de Fei y el taxista muy amable nos ayudó a meter las maletas en el maletero mientras Fei le hablaba en chino y yo solo sonriendo para ser amable.
-Si estudio chino, ¿Cuánto tiempo crees que tardaré hasta el nivel intermedio? —. Fei me miro pensativa — sé que es difícil, pero ¿hasta que punto?-
-Nia, creo que tardarías 3 años o más, es dependiendo del tiempo que le dediques y constancia, como cualquier idioma — asentí con la cabeza—, pero yo te iré ayudando con pequeñas palabras para cuando me dé pereza salir a comprar algo.
—Bueno, lo que me toca — bromeé—.
Saqué el móvil para grabar todo el viaje, Fei me indicaba cada lugar que veíamos. El taxi pasó cerca al Museo de la capital. El taxista hablaba de vez en cuando en chino y Fei me traducía. El señor estaba dándonos un breve tour comentándonos sobre la vida en Pekin, y que debía tener cuidado con ir a ciertas zonas donde podríamos tener inconvenientes.
-Dijo que estemos tranquilas, que aquí las chicas estamos seguras-.
-Seguro? — Fei asintió con una pequeña sonrisa. - ¡ Genial!
-Pero siempre se debe tomar precaución , Nia—.
El taxi paró frente a una casa de dos plantas en un barrio tradicional de Pekin, con otras casas y una farmacia pequeña. El taxista nos ayudó a bajar las maletas, entramos a la casa acogedora, creí que nos encontraríamos con el hermano de Fei o su familia pero no había absolutamente nadie, la casa era nuestra y eso me estaba motivando aún más. Only Girls, ¡vaya, vaya genial!
-Sabes? Siempre he querido comer comida china en uno de esos lugares de comida callejera, ¿sabes?
-Pues mira, ahora que terminemos de desempacar, vamos a uno de esos a cenar, que al menos por hoy romperé la dieta—.
-Estabas a dieta? No lo sabía —dije haciendo que Fei me fulminase con la mirada—. ¡Es broma! ¡¡Ahora veo por qué estás más delgada y tonificada!
ESTÁS LEYENDO
Llévame contigo
Teen FictionExperimentar sentimientos bonitos en situaciones bonitas pero hay cosas que no esta en nuestras manos. Y muchos no lo entenderán jamás. Por eso, llévame contigo....