، 𝗗𝗨́𝗢: niño y niña.⭒

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━━ 13 BC ❟ PENTOS

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━━ 13 BCPENTOS . . . ❜

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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀LOS PRIMEROS RAYOS DEL ALBA, ILUMINABA DE FORMA NATURAL EL GRAN BANQUETE FRUTAL DE DESAYUNO CON AL QUE LE FUE PRESENTADO A LOS OJOS DE AEGON, al día siguiente de su llegada a la ciudad. Un lujo de frutas y carne asada para el deleite suyo y de todos sus acompañantes del día.

Compartiendo la gran mesa con el Príncipe Beron quién le hablaba de las últimas acciones de los volantinos ante la resistencia de la ciudad a caer en sus garras conquistadoras, habló de los saqueos en población, lo restringido que había quedado el mercado de la ciudad de Pentos debido a los eventos recientes sus rutas marítimas estaban estrictamente cortadas y su exportación terrestre estaba constantemente amenazada por bandidos y mercenarios mandados por Volantis. Por ello su economía menguaba cada día más, asimismo no tenía el oro suficiente para costearse más buques de guerra, incluso ahora rezaban día y noche para lograr a lo acordado con los Khals Dotrakris que custodiaban las orillas de su infestado mar de soldados.

En aquel momento, la princesa Obella se unió en su conversación, anunciando tímidamente que debido a la falta de presupuesto y la amenazada constante a la vida de sus hijos es el motivo porque mandó un cuervo mensajero hacía Dragonstone.

Aquello, Aegon lo tomó con pinzas, achinando sus ojos púrpuras, junto al incómodo silencio en toda la mesa llena de magísteres y demás líderes de embarcaciones de guerra. Pues la princesa lo primero que le había preguntado apenas descendió con el Terror Negro fue por el nombre de su padre. Pero, el silencio no los acompaño por mucho tiempo, no cuando un par de vocecitas parlanchinas y agudas hicieron eco en el palacio de Pentos desde lo profundo de sus pasillos y vio pasar por la gran puerta del salón principal donde se llevaba acabo aquel portentoso desayuno, dos cabelleras rubias caminando a la par y bastante decididos en marchar hacía el patio principal.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¡Aerys, Sharon! — anuncio la princesa de cabellos marrones en un grito que transmitía el regaño por los pocos modales de los jóvenes príncipes —¿Dónde creen que van? ¡Vengan aquí, ahora!

Los llamó y en un unísono de dulces he infantiles quejas, se escuchó un par de pies siendo arrastrados hasta que en la gran puerta pudo ver finalmente a los hijos de su padre, los llamados Aerys y Sharon, dos niños rubios con diferentes tonos entre rubio y platino, ambos compartían grandes y curiosos ojos morado tan intenso como las amatistas más puras de igualmente a contraste de todos en la ciudad, erab dos niños extremadamente pálidos, tan blancos como la luna en su punto máximo. Y como los conoció en la noche anterior, niño y niña estaban vestidos en pequeñas armaduras confeccionadas a base de fuertes y flexibles escamas de diferentes colores de blanco y verde.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Saluden a vuestro abuelo — les regaño su madre con el ceño fruncido por la travesía de los infantes, especialmente porque apenas despertaban y ya estaban vestidos de guerreros, aquello apretujaba su joven corazón —También sean educados, tenemos invitados por los Dioses.

A la mención de extranjeros en la mesa de su adorado abuelo, los niños examinaron la sala relativamente llena a comparación de otras mañanas, el círculo habitual de magísteres y consejeros que seguían como moscas a la caca todo el día a su abuelito y un par de buenas cabezas, dos cabelleras platinadas y un fortachón hombre pelinegro estaban sentados cerca de su abuelo, aunque no sabían que se trataba del joven Aegon Targaryen junto a su fiel escudero Orys Baratheon y el consejero naval de la isla de Dragonstone, el actual Lord de Driftmark, Daemon Velaryon.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Buen día, abuelo —saludaron al unísono acercándose al viejo Príncipe regente y ambos depositar un beso y abrazo fraternal hacía su única figura paterna, sintiendo el suspiró de su abuelo al tenerlos en sus brazos sanos y salvo, aunque sus pequeños llevarán los cascos de guerra en sus manos en aquel momento volvían a ser sus dos pequeños y adorables nietecitos.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Buen día, dragones. —les contestó el viejo, dejando un par de palmadas con uns mano en la pequeña espalda del niño con cabellos más rubios mientras que con la otra, acomodaba los rizos platinos de su nieta —¿Dónde se dirigían tan exaltados? Ni siquiera han desayunado. —

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Sharon... —el muchacho anuncio a su hermana —Ayer por la noche encontró una solución para tener a Volantis aún más controlado en su lado de la frontera marítima. —

El abuelo les sonrió con pena,hace meses sus niños no hablaban de otra cosa que no sean estrategias contra Volantis, ya no le contaban de sus sueños por la noche de su próximo día, sus clases con cada septa o los entrenamientos con el maestro de armas. Apenado por las circunstancias de sus jóvenes príncipes, les siguió la charla;

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿En que pensó Sharon, ahora?—

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—La actividad de los volantinos es mayor cerca del alba cuando el amanecer les favorece a ellos y es una desventaja para nosotros, allí aprovechan a poner sus buques en movimiento y soldados en tierra —hablo la niña con un casco de escamas blancas y plateadas —Pensé en que patrullando la bahía, las orillas y el paso de los cangrejos, podríamos detener personalmente los movimientos volantinos antes que logren pasar por mar. —

Ante aquello, Lord Daemon llegó a quedarse callado y sorprendido, él un hombre con años de experiencia en las aguas del mar había tomado todo un viaje de un día y toda una noche buscando alguna solución para el problema del desliz en la fortaleza marítima que rodeaba las orillas del mar de Pentos, para que una niña bastarda, años menor quién aun ni tenía su primera sangre diera una respuesta muy similar por no decir idéntica a la que llevaba discutiendo con el hijo de Lordragón. Pero a la naturalidad con que la familia real del palacio tomaba la astucia he inteligencia de la cría, disimuló la mueca de sorpresa de su rostro o al menos lo intento, bastante mal a decir verdad.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Pero... No han desayunado — pronunció la madre con angustia en su tono de voz, nuevamente alarmada por la falta de bocado en sus retoños quienes luego de saludarla con un abrazo y beso, volvían a esconder sus dulces caritas en aquellos terrificos cascos de guerra.

Obella puede jurar que ella ha tenido horribles pesadillas con aquellos cascos de guerra que llevaban sus hijos.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¡Volveremos para el almuerzo! —.

El hablar al unísono era algo de los hermanos, quienes tomando rápidamente alguna fruta colorida de la gran mesa salían corriendo hacía el patio principal del palacio donde en un gran ventanal del salón del comedor, la multitud ahora que cuestionaba la regencia del viejo príncipe veía como del cielo, recientemente despejado por el aleteó de dos bestias, llegaban dos jóvenes dragones, uno blanco como la plata y el otro verde igual que las algas del mar. Ambas bestias fueron saludadas cariñosamente por sus respectivos jinetes, que luego de una sesión mañanera de caricias en sus escamas, subieron a sus lomos antes de dar órdenes de tomar vuelo para dirigirse juntos hacía el mar de Pentos.

Al momento que el rugido de las bestias fue lo último que se escucho de los jóvenes príncipes. Fue cuando su madre, la princesa Obella llegó a llorar en la mesa del desayuno, cubriendo su rostro y rezando entre sozollos por sus crías.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Por favor, que terminé esto pronto. Se los ruego. —

 —

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⏰ Última actualización: May 21 ⏰

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dragon blood ─ aegon i, visenya & rhaenys (rising of the dragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora