Los amigos de Cristal se percataron de que en él había una seriedad un tanto inusual, por lo que decidieron preguntar al respecto.
-CRIS, todo está bien??
-Si, ¿por qué la pregunta?
-Nada, solo estás un poco más serio de lo normal. O sea, quiero decir; normalmente eres alguien muy positivo y hasta cierto punto pegajoso
-Oh ya veo. No es nada, solo tengo un poco de sueño.
Al acabar las clases Cristal se disponía a volver a casa, pero algo lo instó a huir un rato de todo, por lo que le dijo a su hermana que se fuera sola a casa ya que él iría a comprar unas cosas.
Él no sabía a donde iba exactamente, solo quería huir de todo. Estaba harto de los pensamientos que constantemente lo perseguían, juraba ya estar limpio, pero la sensación y el cosquilleo constante en sus cicatrices lo perseguía. Sentía la necesidad de cortarse nuevamente.
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Estaba corriendo por un edificio abandonado de la zona, pero un pensamiento lo hizo parar de un momento a otro.
<Yo no soy diferente a Milena, yo también me daño a mi mismo ante cualquier emoción negativa. Soy incluso peor al hacerlo de una manera mucho más explícita. ¿Qué derecho tengo de juzgarla si soy exactamente la misma mierda?>
El colapso me hizo parar, decidí ir hacia adentro del edificio. No sabía lo que estaba haciendo, tampoco si se sentía bien o mal.
Era un sentimiento que no me gustaba en lo absoluto, pero al mismo tiempo se sentía tan bien. En cierto punto entre en razón y pare para volver a casa. En el camino me di cuenta de había una sensación muy rara. No me sentía real, fue ahí cuando lo ví a él. Otro chico que parecía de mi edad, no tenía un aspecto que destaque, pero cuando lo veía en su mirada se notaba esa sensación que deslumbraba exactamente lo que quería expresar; desesperación, tristeza, rabia y confusión. Una mirada profunda y perdida.
No había nada que lo probara, pero tampoco dudas al respecto. Él era igual que yo.
Después de unos segundos salí de ese trance en el cuál había analizado más de lo que llegue a analizar en todo lo que llevaba en la escuela. Me dispuse a ir a casa, ya sabiendo el interrogatorio que me esperaba.
Al llegar a casa mi madre me preguntó dónde estaba, qué estaba haciendo, por qué lo hice y más importante aún, el porqué había dejado que mi hermana llegara sola a casa. Suponiéndose que yo soy el mayor y estoy para poner el ejemplo y protegerla en ausencia de mi madre.
Agradezco profundamente que mi madre nunca recurriera a los golpes y cuando me reprendía lo hiciera con argumentos, aunque ese día estuviera especialmente de malas y me haya enojado. Me habría encantando entender lo que me quiso decir cuando dijo que yo tenía que proteger a mi hermana. Ella no quería darme la responsabilidad de encargarme de mi hermana. De verdad que me habría encantado entender eso antes.
