Shinigami en la época actual

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En esta ocasión vine a traerles pequeñas historias, siguiendo la historia de mis viejos fics (que estoy rehaciendo) pero no me pude resistir a escribir esto, centrándome principalmente en Grell y en Jill y en cómo han llevado sus vidas con el paso de los años.

Espero les gusten las historias, entiendo que habrá cosas que no queden claras, pero pueden preguntarme con toda confianza

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Shinigami en la época actual

Podría decirse que en tiempos de paz debería haber menos trabajo, la medicina había avanzado bastante, muchos actos barbáricos que se consideraban normales en el siglo XIX, afortunadamente se habían dejado en el olvido. Y, aun así, su carga de trabajo no disminuía, los tiempos de paz habían traído consigo un aumento poblacional enorme.

Esta vez había pasado meses lejos de casa, Londres había cambiado completamente, ya no era aquella ciudad de calles empedradas y carruajes por todos lados, ahora había vehículos modernos circulando por las calles, edificios enormes, energía eléctrica en las calles, televisión, celulares, internet, era un mundo moderno. Sus días en la mansión Phantomhive en la época victoriana habían quedado muy atrás en el tiempo, junto con los recuerdos de todas aquellas personas que había conocido.

La inmortalidad a veces es un peso enorme

Se repitió aquellas palabras que Saine le había dicho, ella no era humana, ella no vivía bajo las reglas naturales de la vida, por supuesto que vería morir a aquellos que apreciaba.

Su llegada al mundo humano fue discreta, quería volver a casa cuanto antes, pero su teléfono celular se lo impidió, gruño sacando el molesto aparato, si su localizador del mundo shinigami había sido una pesadilla, este aparato era mil veces peor, funcionaba también en el mundo humano. Observo la pantalla, el identificador le indicaba que se trataba de Grell, contestó de inmediato

— ¿Grell? ¿Qué sucede?

— "Acabo de enterarme que regresaste a la ciudad, así que quería decirte que pasaras por el salón antes de que fueras a casa"

— ¿Ahora? — pregunto con fastidio

— "Jill, sé que estas agotada después de estos meses, pero, piensa, ¿no quieres verte bien para ver a tu esposo? Te aseguro que Sebas-chan quedará sorprendido en cuanto te vea"

— Esta bien — suspiro resignada, después de todo, si se negaba, Grell iría hasta su departamento a sacarla de todas maneras

Grell había cumplido su sueño y montado un salón de belleza y spa en el corazón de Londres, el cual administraba en sus tiempos entre su trabajo de recolectora de almas.

Parecía un día movido en el salón, las empleadas iban y venían por todos lados, las clientas platicaban entre ellas. Una de las chicas la reconoció de inmediato.

— ¿Lady Jill? Bienvenida, es un placer verle — la saludo — Lady Grell está en su oficina, adelante pase

Jill asintió y se dirigió directo a la oficina de su hermana, llamo un par de veces a la puerta y entró, Grell estaba revisando algunas cosas en su portátil, el sonido del tecleo rápido inundaba la amplia oficina, su cabello rojo intenso perfectamente alaciado caía por sus hombros, su elegante ropa de marca realzaba su delgado cuerpo, y sus labios exhibían un intenso labial color rojo.

— Llegaste pronto — le dijo levantando la mirada de la pantalla de su portátil — ¡Por todos los dioses de la muerte! ¡Ve el desastre que estas hecha! — le reclamo viéndola fijamente — tu cabello esta maltratado a horrores, tu piel se ve reseca y maltratada, esas horribles ojeras, y tus manos cuarteadas!

Shinigamis en tiempos modernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora