Carta no. 2

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Me enamore de ti desde la primera vez, sin buscarlo y sin quererlo. Ni siquiera sabia que eso se llamaba amor, hasta años después. Siempre amé el como te reías y la forma tan curiosa de tu pelo, negro y lacio, pero abundante y despeinado, me gustaba cuando lo recogías en una coleta demasiado ajustada y ni siquiera así podías evitar que se viera despeinada. La forma en que siempre que lo tocaba parecía seco, pero eso me encantaba. En como a pesar de no ser una persona llamativa físicamente siempre solías destacar entre todos, (o al menos eso me parecía a mi).
Ocasionalmente escuchaba a la gente que te conocía hablar de ti, de tu personalidad tan extrovertida y relajada, la mayoría de las veces solía estar de acuerdo, hasta que opinaban sobre que no les parecías demasiado linda físicamente, nunca entendí realmente eso. Entendía que quizá el tipo de belleza de modelo de Victoria Secrets no era lo que tu tenias ,pero siempre me pareciste mas que solo el tipo de belleza hegemonica esperada. No, lo que había en ti era totalmente diferente a eso, era un tipo de belleza rara que no se encuentra en cualquier lado, ni siquiera por mas que busques, ese tipo de belleza que toma todo de ti y lo hace extremadamente bello, como si cada parte estuviera hecha especialmente para ti, sabiendo que solo tú podías lucirla así de bien, ese tipo de belleza que te hace querer mirar durante un largo tiempo intentando comprenderla, de donde venia, lo mas probable era que todos tus rasgos por separado no fueran la gran cosa, pero juntos a mi me parecían lo mas grandioso de mundo. Era como mirar directamente al sol, puedes verlo, va a ser precioso pero siempre debes apartar la mirada antes de que te queme las retinas, así eras tú. Eras bonita, tan bonita que dolía.

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