Carta no. 3

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Creo que era jueves, o quizá un martes? Ese día tenia teatro y llegaba tarde a las primeras clases, te note desde el primer momento, y como no hacerlo con esos ojos. Tan, adormilados. No supe ni en que momento entre y me senté. No supe en que momento fue cuando te mire y ya no pude dejar de verte. No podía dejar de mirarte, era raro que alguien entrara tarde al semestre, pero ahí estabas, sentada en la fila de alado, tres lugares al frente, aun lo recuerdo. Estabas ahí, todo por un capricho, no tuyo, nunca tuyo. No eras así, pero no me habría importado si por tu hubiera sido. Todos querían ser amigos de la chica nueva, al principio cuando llegaste nunca me acerque ni a saludarte, había algo en ti que provocaba algo raro en mi estomago, creí que simplemente no me caías bien, y te ignore durante los siguientes meses, quien iba a pensar que me desviviría por ti, el siguiente año. Y el siguiente, y el siguiente a ese..
Todo por esos ojos, que me miraban con sueño, unos ojos dormidos, siempre pensé que me mirabas diferente a los demás, quizá fue mi imaginación, o tal vez enserio esperaba que así fuera, porque una parte de mi no soportaba que me creyeras igual que al resto porque para mi, no había nadie como tú.
Enamorarme de ti fue la cosa más grandiosa y al mismo tiempo, la mas dolorosa de aceptar, no quería mirarte de esa manera, pero mis ojos nunca pudieron despegarse de ti, fueras a donde fueras, siempre te buscaba, siempre te seguía, siempre te extrañaba. Me gustaba la forma en que las personas asumían que siempre estabas conmigo, y cuando no era así me preguntaban por ti, eso me gustaba más. Tener que hablar de ti; siempre fuiste una maldita mala influencia, pero eso solo me hacia querer estar más contigo, siempre en problemas, siempre en un lió, siempre peleando contra quien fuera, escondiéndonos, bebiendo en los salones vacíos, drogándonos bajo las escaleras, en el patio, en donde fuera. Solo tu y yo, solo eramos tu y yo, no importaba quien nos viera, todos sabían que tu eras mía y yo era tuya, aun si no fuera de una forma romantica, eso me bastaba. Quería llenarme de tu olor, y de como se sentía tu tacto, me grabe el color de tu pelo y el largo de tus pestañas, el espacio entre tus dientes y la forma en que tu cabello se mojaba aquel día que vaciamos el agua de las regaderas solo para jugar con globos de agua en el patio, la forma en que tu también te asustaste cuando nos descubrieron, y lo rápido que corrimos al baño a tratar de escondernos, en el mismo baño, tan cerca, que casi podía sentir tu pelo mojado en mis hombros. Casi nos expulsan ese día, no fue ni la primera, ni la segunda vez que tus ideas nos llevaban hasta ese extremo de terminar en la dirección, frente a la directora y el subdirector, amenazándonos con que esa seria el ultimo chance que tendríamos, nunca lo era. Como aquella vez que nos llevaron porque pensaron que nos estábamos besando bajo las escaleras de las gradas, pero lo único que habíamos hecho era drogarnos con marihuana. Que bueno que estaba drogada, de lo contrario me habría puesto roja de manera exagerada como siempre me pasaba, eso lo había heredado de mama. Dime, alguna vez sentiste lo mismo que yo? Sentiste la misma corriente eléctrica que yo sentía cada vez que me tocabas? Seria muy tonto preguntarte en este punto, cuando ya no nos queda nada. Ni un poco de lo del principio, ni mucho del final. ¿De que sirvió todo esto?
En que momento dejo de importarme el mundo cuando estabas tu?
Aun que tu preferías estar con mucha gente ademas de mi, empezaste a preferir lo. O quizá siempre fuiste así y no me di cuenta, te amaba tanto que no me importo en lo que me estabas convirtiendo, hasta que fui demasiado lejos y ya nunca pude regresar. Fuiste tu la que me enseño a amar de una manera tan loca y extrema como lo hago ahora? Siempre me pregunto eso. El amor siempre deja, siempre deja algo por mas pequeño que fuera, aun si no fue correspondido, dejaste un lugar en mi alma que nunca se lleno, me he resignado a que vuelvas, pero por favor,solo dime, que todos esos años, valieron un poco la pena..

Cartas para EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora