Swimming Love (TXT FF)

Parte 3

—¿Qué pasa? —Soobin me había encontrado afuera del centro deportivo, apoyado contra la pared.

—¿Qué te tomó tanto tiempo?

—Idiota. ¿Debería haber corrido hasta aquí? No pensé que necesitaba hacer ejercicio antes del entrenamiento. ¿Nadamos, levantamos pesas o ambas cosas?

Me encogí de hombros.

—Tal vez ambos. ¿Empezar con pesas? Además, por cierto, Taehyun y yo encontramos una segunda nota. —Lo saqué de mi bolsillo y le dejé leerla—. ¿Qué piensas?

—Bueno, a él le gusta la mitología griega-

—Además, el profesor Fraser me pidió hoy consejos para hacer ejercicio. —Le abrí la puerta.

—¿Crees que un profesor te coquetearía?

—¡Shh! —Había algunas personas más en el vestíbulo.

—¿O dejaría una nota en tu casillero del gimnasio?

—No sé. No es que esto haya sucedido antes.

—Podemos seguir intentando averiguarlo, pero creo que está reuniendo el coraje para decírtelo en persona.

—¿Qué te hace creer eso? —No vi a nadie cambiándose ni en las duchas mientras caminábamos hacia nuestros casilleros.

—El comentario sobre hacer ejercicio. Todo el asunto de los consejos. No tienes forma de hablar con él.

—Cierto.

Saqué mi camiseta y mis pantalones cortos de la bolsa y cayó una nota. Soobin la agarró antes de que pudiera decir algo. La leyó en voz alta.

Probablemente estoy siendo demasiado atrevido, pero te conozco desde hace suficiente tiempo y estoy seguro de que nos llevaríamos bien. Mi color favorito también es el verde. Por cierto, nadas más rápido cada vez que usas tu Speedo verde.

♥Hermes

—Esta vez un corazón y otro nombre griego. Mensajero de los dioses porque...

—Es otro mensaje, —terminé por él, afirmando lo obvio.

—Grosero.

—Y parece que me ha visto nadar... mucho.

—Me sentiría halagado, Yeonjun, y si yo fuera gay, me gustarías. Todos en el equipo tienen un cuerpo fantástico, pero tú también tienes una cara bonita y un pelo fantástico.

—¿Entonces eres Hermes? —solté inexpresivo, quitándome la ropa.

—Mírate. Tú tampoco tienes vergüenza. Vas meneándola por todas partes.

—Está justo aquí. —Señalé mi polla—. Puede oírte.

—Bueno, tu ropa interior está aquí. —Me la arrojó—. ¡Póntela! Taehyun y yo somos una mala influencia para ti.

—Espero que a mi admirador, o a cualquier futuro novio, le guste el porno tanto como a mí porque veo suficientes penes en la vida real que casi ya no me afecta.

—Estoy tan triste que esto no te afecte.

Miré en su dirección y, por supuesto, Soobin era el que estaba desnudo ahora. No es que él no fuera sexy. Hace unos años aprendí que no tenía sentido desear a los hombres heteros. Los que estaban súper tranquilos desnudos a mi alrededor se sentían diferentes de todos modos. No era erótico; era solo un cuerpo.

Ahora bien, si Taehyun o Soobin fueran más pegajosos, entonces eso sería diferente, y tendría que decirles que se detuvieran si no querían que los atacara. Yo era una persona acurrucadora en el armario, pero teorizaba que acurrucarse era solo una puerta de entrada al sexo. Solo lo descubriría una vez que lo probara, pero eso parecía lo que sucedería.