La trágica historia de amor

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Shujin era una academia más en Japón, no había mucho que destacar de ella salvo que los estudiantes sufrían bajo la tutoría del profesor de educación física; Suguru Kamoshida.
Todo el mundo le temía ya que abusaba de los estudiantes —sobretodo de las alumnas— de manera física, verbal y sexual... Todos excepto una joven sin afecto en su infancia.

Mery no era como las otra chicas. A ella le gustaba Inazuma Eleven y no Sailor Moon, ella prefería los zombies a las hadas y escuchaba Trueno en vez de One Direction. Nadie sabía por qué coño le gustaba llevar la contraria, pero el caso era destacar y no dejarse llevar por el resto, sobretodo aquella vez donde se hizo microbangs a pesar de que su mejor amigo Thomas le dijo que era la peor idea que había tenido y que si sus neuronas hacían conexión entre sí en algún momento, pero de nuevo Mery no le escuchó.

Era lunes otra vez y las clases empezaban, cosa que emocionaba a Mery. Ella se levantó, desayunó, se lavó los dientes, se vistió, acarició a su gato, su gato le escupió y se fue a clase acompañada de Thomas. Por el camino ellos dos tuvieron una pequeña conversación.

Mery: Buenos días, Thomas! >w< Hoy estoy feliz, sabes por qué?

Thomas: Me pica el ojete.

Mery: B-Bueno, y-ya sabes que me gusta alguien del instituto... N-No te voy a decir quién es, no insistas! ùnú.

Thomas: Ayer me comí a Veneer.

Mery: B-Bueno, mira que eres pesadito, eh? Jeje... N-No se lo digas a nadie pero... M-Me gusta Kamoshida.

Mery se sonrojó al decir eso, tapándose la cara de vergüenza.

Thomas: Tú crees que me darán mucho si vendo a Lucas en el Mercado Negro? Yo creo que máximo 2 céntimos porque tiene problemas.

Mery: Oh, Thomas, fíjate! Ya hemos llegado! Nos vemos luego, sayonara tomodachi mitsubishi!

Hoy era el día perfecto porque Mery tenía educación física antes del patio, lo que le daría más tiempo para estar con su amado Kamoshida. Oh, tan solo de pensar en sus tetorras de hombre y su barbilla angular la ponía burrísima.
Las dos primeras horas pasaron lento pero la tercera finalmente llegó. Toda su clase se encontraba en el gimnasio mientras Kamoshida entraba detrás de ellos, mirando con cara de moderador de Discord a las alumnas.

Kamoshida: bueno chicos, hoy toca voley otra vez porque no me sale de la punta de la polla hacer otra cosa jaja.

Mientras Kamoshida se descojonaba él solo, Mery no podía hacer más que mirarlo.

Mery: «Oh, es tan guapo... Él nunca se fijaría en una chica como yo...»

Mientras tanto, al lado de ella se encontraban Ryuji, Thomas, Ann y Ren, mirando a nuestra protagonista con la misma cara que alguien miraría a una mierda de perro recién cagada.

Ryuji: Y a esta qué coño le pasa.

Thomas: Le gusta Kamoshida.

Ann: que.

Thomas: si.

Ren: :0.

Ryuji: por.

Thomas: no sé, es que su gato no la quiere, por eso me paga para que sea su amigo. Ah por cierto lleva dos semanas sin pagarme así que la voy a ghostear.

Ren: xd.

Ryuji: Mi papá me pega.

Ann: xd.

Kamoshida: esta vez yo jugaré en uno de los equipos, quién quiere ir conmigo?

Los ojos de Mery se iluminaron al escuchar las palabras del profesor. Sin duda era su oportunidad para estar cerca de él sin que pareciera una puta acosadora.

Amor imposible (Mery x Kamoshida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora