Una chica, un chico y él, quién tan impredecible, llegó a cambiar todo en el mundo de ella.
Jamás pensó sentir tanto por una persona a miles de kilómetros de distancia y que aún no sabe nada de ella.
Historia original, no se permiten adaptaciones!!
Estando arriba de él podía dominarlo a mi gusto, él estaba sentado recostado al respaldar, mientras yo subía sobre su miembro para montarlo. Estuve por un rato en posición de cow girl invertida y vaya que ese hombre le gustaba verme en esa posición, la vista que él tenía de mí así era muy excitante para él, dándome nalgadas y jalando mi cabello, es doloroso claro, pero a quién no le gusta un poco de dolor en el sexo.
De él todo me cautivaba, pero no podía evitar pensar en lo salvaje que podría ser tener un encuentro con él, llegar a sentirlo rozar su miembro en mi trasero o mi intimidad, sentir cada caricia suya tan deseada, sentir sus besos en mi cuerpo, sentir sus labios en los míos besarme con desespero y deseo, finalmente sentirlo dentro de mí, penetrándome con embestidas fuertes y profundas, sentir sus brazos y sus manos puestas en mí, sentirme suya, necesitaba un trágame tierra y escúpeme en Corea, ojala encima de Min Yoongi.
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Cambie nuevamente de posición, aún seguía encima de él montándolo y literal era yo quién se lo cogía, tenía tantas ganas acumuladas por un hombre que no era él. Mis movimientos era cada vez más rápidos y más fuertes mientras tenía sus manos en mis muslos, a nadie me había cogido con semejantes ganas, hasta que empecé a sentir mi orgasmo empezar a salir, no pude detenerme y solo seguí cerrando mis ojos y en mi mente solo estaba alguien a miles de kilómetros de mí, me corrí encima de él desesperadamente, en ese momento solo estaba pensando en mí.
Salí de él y empecé a masturbarlo con la mano, jugando alrededor de su pene con mi boca, sí me gustaba hacerlo sufrir un poco antes de llevarlo a mi boca y él nunca se oponía.
Lentamente pasé mi lengua a lo largo de su miembro hasta llega a la punta, haciendo movimientos circulares y succionando un poco, empecé a introducirlo, incluso hasta lo más profundo que pudiera, después de un rato de estarle chupando su miembro, él quiso correrse llenándome la boca de su semen.
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El líquido escurría por mis labios hasta llegar a mis pechos, entonces nos quedamos en la cama uno al lado del otro, yo en otras ocasiones siempre quería más pero..
