• Doce •

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He tomado la libertad de llamarte rata negra. He elegido lo peor que mi mente puede pensar de ti para así convencerme de que eres un tarado. Pero solo son mis ideas, las que construí para contrarrestar el martirio que se volvió tu ausencia.

Me aferro a la idea de odiarte para olvidar que un día te amé, que entre mi corazón y tú había una conexión malechora.

Siento como si mi corazón estuviera latiendo en otro lugar desde que no estás.

El fugaz deseo de enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora