Suspiros, agonía, dolor, confusión.
Todo aquello estaba en aquel niño que estaba siendo juzgado frente a varias personas, no entendía ¿Porque lo miraban con desprecio?
Un grito de dolor salió de sus labios junto a varias lágrimas cuando uno de los que el pretendía alto mando de aquel clan lo agarro del cuello elevandolo del suelo dispuesto a matarlo.
Exocisarlo.
Sus lágrimas no eran comunes, eran lo transparente habitual pero salían manchas negras.
No quería ver, ¿Donde estaba su madre? Cerró fuertemente los ojos esperando lo que sería su final pero solo sintió como su cuerpo chocaba contra el suelo. Tosió, intentando recuperar todo el aire que le quitaron.
Escucho una fuerte discusión enfrente de él peor no podía ver nada, apenas podía escuchar.
-Yo me encargaré de el.-
Fue lo último que escucho antes de desplomarse totalmente.
Después de todo, solo tenía 4 años.
Abrazo sus piernas y miró a mayor.
-Hermano...- Llamo en un tono casi inaudible.
-¿Qué?-
-¿Puedo salir al parque?-
Escucho un suspiro y vio a mayor acercarse a él.
-Sabes la respuesta, ve.- El azabache revolvió con brusquedad su cabello a lo que soltó varias risas.
Se levanto y se despidió de su hermano, casi corriendo hacia el parque ignorando las miradas de varios de aquel clan.
El clan Zen'in, donde nació, donde su madre lo abandono.
Al llegar al parque solo se acerco al columpio, era lo único que le gustaba de ese lugar, podía sentarse y mirar el cielo sin interrupciones.
No solía entender la razón del odio de las personas por el, hasta que su hermano decidió explicarle todo directamente, muy directamente para su gusto.
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𝗟𝗼𝘃𝗲𝗿𝘀
FantasySin presentimientos, un hechicero enamorado de una maldición. !MaleOc. !Créditos de personajes a Gege.