No mucho tiempo despues de salir del pueblo, tuve que frenar a descansar. El niño era una verdadera molestia, no dejaba de temblar pero como ya lo había traido, no podía descuidarlo. Todavía no despertaba y yo no creía que fuera a hacerlo pronto. Lo había golpeado bastante más fuerte de lo que pretendia y eso lo desestabilizo. Tenía algo de fiebre por el shock asique fui al río más cercano a buscar algo de agua.
Encendí una fogata pequeña para que Tomoe no la viera, calenté un poco de agua y cocine unos pescados que había atrapado en el río. El frío invierno le estaba pasando factura al niñito, tiritaba demasiado fuerte. Algo me decía que el probelma no era la temperatura, sino el miedo y la perdida. Decidí agarrarlo entre mis brazos y apretarlo ligeramente contra mí para ver si se calmaba. Por alguna razón eso funcionó bien.
-Niño, despiertate- dije entre susurros. Él necesitaba comer algo para reponer un poco sus fuerzas. Al ver que no reaccionaba decidi sacudirlo ligeramente. -Niño- repetí más fuerte esta vez.
-Para, por favor- suplicó el chico. Al notar la posición en la que estaba dió un salto y se alejó de mí. - ¿Quién eres? - preguntó. Supongo que estaba muy conmocionado cuando lo saqué del pueblo como para recordarme.
- Sasuke Uchiha, ese es mi nombre. Pasaba por tu pueblo y al ver lo que sucedió, decidí traerte conmigo. ¿Tú cómo te llamas? - estaba intentando ser lo más amigable posible pero el chico no lo tomó bien.
Mirando hacía abajo con ojos tristes respondió:- Yo soy Isamu, no tengo ningun apellido. En mi pueblo no los usabamos.
-Isamu eh, veo que tus padres eligieron bien tu nombre. Un chico valiente debe tener un nombre que le haga justicia. Ten, come algo mientras curo tus heridas.
- Gracias- dijo timidamente - ¿Por qué me ayuda señor?
-Porque soy igual a ti- dije restandole importancia.
Luego de esa pequeña charla, ambos nos quedamos completamente callados. Isamu no tardó mucho en volver a quedarse dormido en mi hombro. Debía descansar porque mañana ibamos a ir muy rápido para alcanzar a Tomoe.
Al verlo dormir, comencé a repetir en mi mente su pregunta, ¿Por qué lo ayudaba? Ni yo lo sabía realmente. Algo en sus ojitos celestes me hacía sentir como en casa. No lo conocía pero era como si hubieramos estado juntos toda la vida. Aparte, sabía lo que era estar en su situación y no tener a nadie ahí para mí. No le deseaba eso a nadie y menos a un niño de tan corta edad. Le iba a dar mi apollo hasta que encontrara un buen lugar para dejarlo.
Me acoste en el frío cesped, perdido en mis pensamientos. Mire hacía todos lados y no sentí ninguna presencia cerca, era seguro dormir unos minutos. Cerré los ojos y en segundos me quede profundamente dormido.
-------------------------------------------------------------
- ¡Sasuke! - gritó una voz llena de alegria que no logré reconocer. - ¡Lo logramos! Llegamos a la parte mas alta del árbol. - dijó antes de soltar una dulce y sonora risa.
No podia ver de quien se trataba pero el inexplicable calor que sentia al estar con esa persona hizo que no me importara.
- Sí, lo logramos ******, ahora volvamos a la casa de Tazuna.- al intentar decir su nombre, este se escucho difuso.
Bajamos como pudimos del árbol y exhaustos nos ayudamos mutuamente a volver. Ambos compartiamos la misma gran sonrisa, pero la de él era diferente, más brillante, más bonita. Mientras más avanzabamos, más claro se volvía su rostro. Sus resplandecientes y familiares ojos azules eran su rasgo más visible. El solo hecho de verlos, me generaban la paz que en los últimos dos años no había logrado sentir y que probablemente nunca más alcanzaría.
ESTÁS LEYENDO
En la oscuridad no puedo verte
FanfictionSasuke vivia sumergido en el dolor. Dolor que su hermano había creado y el, había jurado vengarse. Ya había dejado todo y a todos atrás con tal de cumplir su objetivo, pero al ver al chico de cabellera rubia en una mision, por un segundo, solo por u...