ℝ𝕖𝕖𝕞𝕡𝕝𝕒𝕫𝕠 • 𝕁𝕁𝕂 (COMPLETO)

╰☆ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕋𝕣𝕖𝕤☆╮

Cena de disculpa

¿Qué diablos te pasa? - Hablo un enfurecido Jungkook hacia uno de sus guardaespaldas quien le reprendía por haber sacado a su mujer al jardín. Y no estaba enojado por el hecho de que la sacara de la habitación sino que por ese acto provocó que un mal movimiento que ella hizo los puntos en la herida en su pierna se abriera teniendo que llamar al doctor nuevamente.

Lo si-siento señor Jeon - Empezó a disculparse con su voz levemente temblorosa pues ya sabia lo que pasaba cuando su jefe se enojaba. - Ella me dijo que queria salir del encierro y..

Dime algo ¿acaso he dado la orden de que salga? - Se acercó peligrosamente a él mientras mantenía su mirada firme pues no le gustaba que al hablar sus hombres bajaran su cabeza, empuño con firmeza el arma sostenida en sus manos para dar el paso siguiente como ya era costumbre ante un fallo de sus hombres.

No señor - Se limito a responder. Temblaba en sus adentros pero exteriormente estaba como si no le afectara pero le sorprendió lo que le dijo su jefe a continuación. 

No te mataré porque sabes que a la primera desobediencia no perdonó pero me sirves más vivo que muerto - Confeso con cierto desagrado de reconocerlo pues Doyun era uno de sus mejores hombres con habilidades de combate de cuerpo a cuerpo asi como el mejor en la puntería y otro como el no lo encontraría.

El hombre abrió sus ojos en grande ante tal confesión y se sintió aliviado de no estar muerto pero tomó desprevenido con el acto siguiente. Un disparo se escucho en la sala lo que se produjo un ruido muy fuerte llamando la atención entre los presentes. 

El guardaespaldas estaba tirado en el piso con una bala en su brazo izquierdo, le dolía como el infierno pero ya se lo veía venir.

Este es tu castigo y agradece porque fui piadoso al no matarte - Guardo el arma en la parte de atrás de su espalda y camino escaleras arriba hacia la habitación de su interés. Los guardias de turno le abrieron y al entrar vio como el doctor terminaba de vendar la herida.

¿Cómo esta mi mujer? - Pregunto al doctor llamando la atención de ambos ya que no se dieron cuenta en el momento que entró. Alina solo bufo sin decir nada.

Señor Jeon - Saludo con una leve reverencia - Ella se encuentra bien no fue mucho lo que perdió pero sugiero que ella no realice movimientos bruscos al menos por dos semanas y que evite caminar mucho. Luego de ese tiempo los puntos serán retirados y solo quedará que limpien con cuidado su herida hasta sanar. - Termino de explicar.

Bien, gracias doctor Lim - Dijo sin despegar su vista de la chica. - Uno de mis guardaespaldas le dará su pago cuando baje a la sala. 

Sin más el doctor salió de la habitación y ambos se quedaron solos en un profundo silencio sepulcral. La joven esperaba un regaño o algo de parte del azabache pero este solo se mantenía en silencio y eso la asustaba más. 

No debiste salir - Empezó hablar mientras se sentaba tomando una silla y colocándola frente a ella. Abrió las piernas sentándose a la inversa de la silla y apoyo sus brazos cruzados en el respaldo de esta, descanso su quijada en sus brazos viendo a la mujer. La chica solo tenia su cabeza baja evitando su mirada penetrante que a estas alturas solo le causaba miedo y escalofríos. Ante el silencio de ella siguió hablando. - Tienes prohibido salir a menos que yo lo autorice y no quiero que hagas un berrinche por estar encerrada, tu castigo aún no se levanta.

Ante tal silencio por parte de ella solo empezó a irritarlo.

Habla - Expreso con voz seria y molesta.

Lo-lo siento - Fue lo único que dijo. Bufo de molestia porque con su actitud ya estaba demostrando que estaba doblegándose y en parte era bueno pero por otra no era de su agrado que fuera tan tímida, a veces ni el se entendía.