Nombres

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Todos los estudiantes esperaban espectantes a los últimos estudiantes que se inscribían al torneo.

De pronto, llegaron los gemelos con pociones en las manos, juntos hicieron una especie de brindis entre los dos.

Y al tomárselas y poder cruzar la línea de la edad, recibieron aplausos.

Ginny los miraba con diversión y Hermione, con desaprobación. Ron solo deseaba participar también y Harry intentaba acercarse a la pelirroja pero con todos sus hermanos allí le era difícil.

Los gemelos Weasley introdujeron sus nombres y recibieron otra vez aplausos, pero, el cáliz comenzó a lanzar luces y ambos fueron expulsados del círculo, con grandes barbas blancas y el cabello canoso.

Ginny reía a carcajada limpia y acompañó a sus hermanos a la enfermería, aún riéndose.

Harry también se rió aunque la situación no le parecía cómica, simplemente la risa de la pelirroja le era contagiosa.

Se llevaron a los gemelos a la enfermería donde se encontraban un montón de alumnos con el mismo problema.

Seguido de que ellos se fueran, entró un grupo de amigos Hufflepuf y de cabeza iba Cedric Diggory con determinación, algunas chicas suspiraron al verlo y otras, como Ginny que ya se había ido, seguían riéndose por el incidente anterior.

Cedric cruzó la linea de la edad con seguridad e introdujo su nombre en el Cáliz, siendo aceptado y sin que le salga una enorme barba blanca.

Luego con la cabeza en alto y sonriente se juntó con su grupo de amigos recibiendo vítores.

Harry se quedó mirándolo con una ceja alzada, y Ron estaba cabizbajo por alguna razón que no conocía.

*

Camino a la sala común, para dejar sus libros de clase. Él y unos cuantos Gryffindor's hablaban de que harían si tuviesen 17 años y podrían entrar al torneo de los tres magos.

Harry se mostraba ajeno a la conversación, quería salir con Ginny a conversar un rato, pero lo sacaron de sus pensamientos, preguntándole cómo pondría su nombre en el cáliz.

- Pues... Lo haría en la noche, para que nadie me vea... Sinceramente no me llama la atención eso. - respondió como pudo.

- Bien pensado, Harry- dijo Ron, su amigo pelirrojo se fue con los gemelos.

El azabache llegó a la sala común, entró a su habitación, dejó sus libros y se lanzó a su cama.

Se sentía cansado, tenía sueño. Desde la mañana estaba en ese estado, parecía un sonámbulo, lo único que recordaba que hubiese sentido algo fue cuando Ginny se reía de las barbas de sus hermanos.

Inconscientemente se le formó una sonrisa y en su mente rogaba para que la pelirroja entre por su lado puerta y lo lleve a rastras por todo el castillo.

Y, como si se tratase de un deseo a un adivino, entró Ginny dándole una patada a la puerta y sentándose a su lado.

- Harry, estoy aburrida... -ella puso su mano sobre la de Harry.

- Estoy cansado... ¿Qué quieres hacer? Yo te acompaño -dijo sentándose a su lado sin permitir que el contacto se rompa.

- No lo sé... ¿Quieres ir al lago? Necesito salir.

La pareja se levantó y caminaron por los pasillos de Hogwarts mientras hablaban animadamente, cuando llegaron al lugar acordado, se sentaron y se quedaron en silencio viendo cómo el barco de Durmstrang se mecía en su sitio.

- Ginny...

- Si es por tu presentimiento, créeme que empiezo a sospechar de que en realidad te va bien en adivinación, porque Hermione está obsesionada en que Ron no encuentre la forma de entrar al torneo. ¿Y si algo le pasa a mi hermano? Él es bien cabezota, no le puedes sacar una idea de la cabeza ¿Crees que tu sueño tengo relación con esto?

Más que amistad durante la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora