Alastor el "demonio de la radio", un ser sanguinario quien no tiene piedad con sus enemigos siendo uno de los seres más poderosos del infierno, jamás ni un milenio de años hubiera imaginado que sería encantado con la belleza de una Serafín.
El demonio de la radio y la princesa llegaron al anillo de la gula siendo recibidos por belcebú quién abrazó a ambos fuertemente muy emocionada, alastor por obvias razones quiso matar a ver según en ese momento por no solo tocarlo sino abrazarlo y porque era un perro y él odiaba a los perros.
Belcebú estaba muy emocionada, soltó ambos y luego se acercó a la hija de Lucifer— hooooola princesa como te fue en el viaje dime quieres ir a una fiesta? —pregunta muy alegre.
— ah bueno no lo sé ya que hemos venido aquí por trabajo y no para la diversión —dijo Charlie con una mira triste ya que en serio quería relajarse un rato, alastor noto esto y pegó un fuerte suspiro.
— qué tal si mañana empezamos con el reclutamiento de pecadores, y hoy podemos divertirnos un poco —dijo con una mueca que no fue visible para la princesa, quién estaba feliz porque alastor accedió.
— graciaaaas —abrazo fuertemente a alastor quién que está un poco molesto por el contacto— ups lo siento jejejeje —dijo con una sonrisa nerviosa en su rostro, después de eso belcebú los alojó el mejor hotel del anillo en el último piso de este.
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— bueeeeno los espero en mi gran mansión donde haremos la mejor fiesta del mundo —dijo mientras alzaba sus cuatro brazos con mucha alegría cosas que hizo reír a la princesa y sacarle una pequeña mueca al demonio carmesí.
— oye al gracias por dejarme descansar un día —dijo la princesa mientras desempacaba sus cosas, el demonio carmesí solo se sentó en uno de los sillones que había sacando un libro de su maleta y comenzando a leerlo mientras así aparece una taza de café a su lado.
— de nada querida ahora diviértete en tu noche mientras yo esperaré aquí —dijo te mando un sorbo de su café.
— eh pero..... alastor yo pensaba que ibas a acompañarme ya que no querío ir sola a ese lugar —dijo la princesa un poco nerviosa.
Este solo la miró cerrando su libro y dejando su taza a un lado— querida debes de saber que yo odio mucho las fiestas y más si son solo caninos los que Irán —dijo retomando su lectura y su tasa de café.
— bueno.... —dijo deprimida— ire a bañarme entonces para irme —dijo entrando yéndose directo al baño.
Luego de un rato el demonio rojo terminó su lectura y luego se levantó de su asiento dirigiéndose hacia su habitación que estaba en el segundo piso, a llegar cerró la puerta con llave y dibujo un símbolo muy extraño en el piso invocando una sombra en forma de búho.
— sigue la princesa y no te despegues de ella si algo pasa házmelo saber e iré enseguida —dijo con un tono serio y amenazante el búho solo asintió y se oculto en las sombras— con eso estarás más que segura —dijo para luego dirigirse hacia la habitación de la rubia quién ya había salido del baño y se encontraba en ropa interior pero este no se percató de que ella no sabía cambiado— ooooh charl.... —se callo de inmediato al ver que la rubia no tenía nada puesto, solo sus pantis dejando ver sus senos, rápidamente con elegancia cerró la puerta— lo lo siento querida no era mi intención —dijo con su sonrisa y un tono nervioso.
— n-no te disculpe alastor fue mi culpa por no poner el seguro, aunque siendo sincera pensé que tocarías o algo así —dijo la princesa al otro lado de la puerta mientras se vestía rápidamente.
Después de ese vergonzoso encuentro la rubia bajo por fin luciendo un lindo vestido rojo color vino— co-como me veo? —pregunto con una sonrisa un poco enrojecida.
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— te ves estupenda querida, digno de una princesa como tú —dijo cortésmente haciendo una leve reverencia ante la princesa quien se veía radiante ese día.
— gra-gracias alastor.... Seguro que no quieres venir? —volvio a preguntar, el demonio ciervo solo negó con la cabeza mientras volví a sonreír.
— no querida en serio odio mucho las fiestas y más si son con caninos —dijo con una gran mueca visible en su rostro mientras la interferencia se escuchaba en todo el lugar.
— bueno.... entonces me voy....vendré tarde —dijo un poco molesta mientras salía de la puerta.
Alastor solo observo como el búho de sombras la perseguía a través de estas mismas, y con una sonrisa en su rostro comenzó a leer mientras tomaba su café de siempre.
— aunque no lo creas querida yo siempre estoy ahí —dijo empezando a reírse por lo dicho— mmmm cómo está mi querida Serafín o qué estará haciendo?.... Espero que ese idiota de Ángel no se le ocurra ninguna estupidez —dijo para sí mismo volviéndole por fin a su lectura mientras tomó un sorbo de su café.
