Alastor el "demonio de la radio", un ser sanguinario quien no tiene piedad con sus enemigos siendo uno de los seres más poderosos del infierno, jamás ni un milenio de años hubiera imaginado que sería encantado con la belleza de una Serafín.
Alastor quienes estaba sentado en el sofá leyendo un libro, pudo sentir que algo estaba mal en la fiesta ya que la sombra que le tío a Charlie y pensaba enviar señales, así que de un chasquido se vistió elegantemente volviéndose sombra y saliendo del hotel.
En la fiesta de Belcebú
La princesa quién tomaba unas copas de vino, estaba sentada en la barra ya que estaba muy aburrida porque su compañero alastor no quiso venir con ella, belcebú quien estaba bailando se acercó a ella con una cara triste.
— que pasa nena? Ven y diviértete —dijo Belcebú con emoción en sus palabras.
— lo siento es solo que mi compañero alastor......pensé que quería venir conmigo —dijo tomando otra copa de vino.
— buuuueno chica, si necesitas mi ayuda o algo solo tienes que chiflar —dijo antes de irse.
Después de un rato de estar bebiendo la princesa estaba decidida a irse del lugar, solo que estaba un poquito ebria,y al levantarse fue detenida por su ex novio Harold Von eldritch.
— hola primor,cuanto tiempo —a Charlie no le gustó el contacto de este así que educadamente quitó su mano de ella.
— hola Harold cuánto tiempo —dijo sin ninguna emoción en sus palabras.
— ay querida no tienes por qué hablarme así, bien vamos a bailar sé que eso te hará sentir mejor —dijo con una sonrisa seductora en su rostro cosa que asqueó a la princesa.
— suel.....sueltame.... —quiso forcejear pero el alcohol se lo impedía.
— disculpe mi estimado, pero ella dijo que la suelte —la voz de radio se escuchó por todo el salón haciendo que la música se detenga y todos observen la escena.
Alastor tenía sujetado el brazo de Harold, con un dijeron apretón hizo que soltara la mano de la princesa, este intentó forcejear para liberarse del agarre del demonio radio lo que era básicamente imposible.
— suéltame maldito —dijo intentando liberarse cosas que no pudo alastor lo soltó haciendo que esté cayera en el piso y con un chasquillo de sus dedos golpeó a Harold en la cabeza con uno de sus tentáculos de sombra quien después de noquearlo lo tomó de un brazo y lo lanzó contra la salida.
— jajajaja eso estuvo bien —dijo mientras se limpiaba las manos ya que le dio asco tocar al verdoso, mientras era mirado por todos, este solo los miró y sonrío siniestramente, la música empezó a sonar y todos despegaron su vista de demonio radio quién se acercó a la princesa quedando frente a ella— querida estás bien? —dijo con su sonrisa de siempre ladeando la cabeza, la princesa rápidamente la abrazo agradeciéndole de que la haya protegido.
— gracias, gracias, gracias alastor —este correspondió el abrazo de mala gana ya que odiaba mucho el contacto.
— de nada querida ahora ven vamos a ver que tiene esta fiesta de bueno —dijo separándose gentilmente del abrazo e ignorando a los demonios caninos quiénes estaban en la fiesta.
Luego de un rato de charlas y juegos y una gran baile con el demonio de la radio y la princesa,ambos estaban en la barra tomando algo de vino,pero alastor pidió el mejor vino del anillo cosa que sorprendió al bar tender pero no le dio importancia así que se lo sirvió al demonio radio y a la princesa del infierno.
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El mesero le sirvió al demonio radio una copa y este la bebió— ..............ta buena —dijo moviendo sus orejas de venado de un lado para otro mientras agrandaba su sonrisa.
La princesa también pidió una copa y igualmente le sirvieron, esta sin dudar lo tomó sintiendo un gran sabor—...........esto es lo máximo —dijo mientras dejaba caer un poco de baba.
Ambos demonios se tomaron toda la botellas los que no contaban es que esa botella era la que más contenía alcohol y no solo eso sino miel de belcebú que era como un afrodisíaco para todos excepto para ella ya que era quien lo creaba.
Luego de eso el cuerpo del pelirrojo y de la princesa empezaron a calentarse sin saber el porqué— o....oye alastor....no sientes calor —dijo la princesa jadeando un poco.
— ............... concuerdo —dijo mientras se tambaleaba un poco— creo que ya es hora de irnos deer —dijo con una sonrisa pícara en su rostro la princesa sola sintió con la cabeza y lo abrazó, este solo agrandó su sonrisa y chasqueo los dedos desapareciendo del lugar.
Al llegar alastor se dirigía a su habitación y al llegar y abrír la puerta fue tomado del brazo y arrojado hacia la cama cosas que nos sorprendió mucho, la princesa se tiró al lado de él y de un chasquido se quitó la ropa quedando solo en ropa interior, haciendo que alastor se sonrojase más.
— muy bien mi venado qué tal si empezamos con la diversión —pregunto con un tono seductor y una sonrisa y mirada que reflejaban lujuria pura, mientras que su cola tocaba la el pecho del pelirrojo.
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