Ah, ser transmigrado en una novela como un pequeño villano que está destinado a morir...
Vale, cliché. Pero no me importa si es un cliché. Mi vida está en juego aquí, ¿vale? ¡No quiero morir por la promesa que Cale le hizo a Raon!
¡Voy a sobrevivir...
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Caminando penosamente, Neo suspiró y se sentó en el carro.
Hoy era el día en que se dirigía a la capital real. Rechazó a las personas que el vizconde quería que trajera y solo se llevó a Dante. Vestido con un abrigo verde salvia, camisa de cuello blanco y pantalones, su mayordomo aprobó su apariencia antes de partir.
"¿Está seguro de que quiere traer el pájaro con usted, mi señor?"
El arrendajo azul que Neo había salvado hace un par de días se ha curado por completo gracias a una poción curativa que compró y ahora está anidado en la parte superior de su cabeza.
"No es como si pudiera decirle que se bajara. Tiene una extraña obsesión con mi cabello..."
El pájaro se pellizcó y meneó la cabeza, parloteando en señal de acuerdo.
"Es razonable." Dante asintió como si entendiera al pájaro. Neo simplemente lo miró fijamente, inexpresivo. "Jaja. Arrancaré el carruaje ahora, así que por favor siéntate".
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Llegaron al pueblo que Neo reconstruyó cuando pidió descansar aquí. Al bajar del carruaje, Dante no pudo evitar notar sus brazos llenos.
"Mi Señor, si puedo preguntar... ¿De dónde vienen?"
Neo suspiró y dejó el manojo de palos y flores junto al tocón de un árbol. El perpetrador fue, por supuesto, el arrendajo azul encima de su cabeza, llamando con alegría.
"¿Quién más? Este pájaro ha logrado traer tantas cosas en una tarde." Neo buscó en sus bolsillos y le mostró a Dante las nueces y semillas que recogió. "Incluso trató de alimentarme".
"Jaja. ¿Tal vez está mostrando su agradecimiento?"
El pájaro gritó aún más fuerte, asintiendo con la cabeza.
"Haah... Cierto. Vamos a calmarnos."
"Como desées."
Mientras caminaban hacia la posada, los aldeanos comenzaron a rodearlo, pasándole regalos y agradeciéndole por sus hazañas. En su mayoría eran cosas como productos que ellos mismos cultivaban o producto de sus habilidades.
El arrendajo azul meneó furiosamente la cabeza mientras hacía una llamada de alarma, asustando a la gente.
"¿Por qué estás enloqueciendo? No es como si me estuvieran dando veneno. Cállate, me estás lastimando los oídos". Neo lo regañó mientras movía todas las cosas que había conseguido arriba, y el pájaro inmediatamente cerró su pico y se escondió en el cabello de Neo. No emitió ningún otro sonido.
'Bastardo de mal humor.'
Ordenó sus cosas en su escritorio y colocó la poción curativa a un lado. ¿Por qué necesitaba esto?, te preguntarás.
