Prólogo

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Somos únicos en un mundo igualitario...

Somos especiales en un mundo donde todo es normal...

¿Acaso es mucho pedir ser comprendidos como queremos y no como debe ser?

No es llevarle la contraria a la vida, no es querer tener la razón en todo... Es simplemente tener el derecho de expresar lo que creemos en nuestro criterio, es simplemente tener nuestra posición ante el mundo que nos rodea.

¿Que tengo que pagar para que me puedan ver como lo que soy realmente y no por lo que quieren que sea?

Tal vez el precio sea muy alto, pero normalmente pagamos altos precios por el internet que día a día nos consume y nos hace ver lo que no queremos ya que nos hace llorar, pagamos un teléfono en el cual no recibimos esa llamada que tanto queremos, pagamos por un servicio eléctrico que nos mantiene conectado al mundo pero al mismo tiempo alejados de las personas.

Intenté por muchos medios sentirme amado por las personas que me rodeaban, traté que entendieran lo que realmente quería mi corazón, mi mente, mi espíritu y mi alma.

No, date cuenta que no, el siglo 21 no permite que los jóvenes se expresen libremente de lo que desean, de lo que quieren, de lo que consideran es mejor para ellos. En cambio los aprisionan en una carcel de fantasias donde les prometen que serán escuchados, atendidos y comprendidos, y solamente son avasallados cada vez mas fuerte por la sociedad que crece en prejuicios y estándares.

¿Sabias algo de esta nueva sociedad?

Si no tienes una gran cantidad de reacciones en las redes sociales no eres amigable para muchos, si compartes una pintura tendrá menos reacciones que un video pornográfico, el amor sera la segunda prioridad ya que de primero se encuentra el dinero y la cantidad de mujeres que detrás de ti puedes tener.

En esta sociedad vivo, en esta sociedad me destruí, en esta sociedad me reconstruí y en esta sociedad me apagué.

¿Que pasó luego de esos 7 días?

No siempre hay un final feliz, tal vez mi escritora favorita tiene la razón, tal vez no son finales felices, solo son finales.

Y este, definitivamente no es el inicio de un final, no es el final de un inicio, ni mucho menos el comienzo de una nueva etapa.

Este, este es el final no de una, si no de dos historias diferentes que dia a dia me arrastraban cada vez mas en ellas.

Este soy yo, un jóven apasionado, poco problemático, pero con un gran defecto: jamás seré parte de esta sociedad.

Y para ustedes, los que destruyeron mi emocionalidad, no se llevaran el título de ser los únicos, aun hay mas por contar, porque entre pasado, presente y futuro, siempre hay un punto de coincidencia, y es que las tres son parte de un tiempo.

Tal vez en otro universo, si estemos juntos, ya que en este, nuestros mundos no coincidieron.

¿Nos conocimos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora