el frio de un fin

la temporada del Averno III

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*Capitulo 3: el viaje al inicio*

**Pov Normal**

El sol empezaba a descender en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados. La comisaría, que durante el día había sido un refugio relativamente seguro, empezaba a adquirir una atmósfera inquietante a medida que la oscuridad se aproximaba. Mateo, Thiago, Martina y Emma sabían que quedarse allí mucho tiempo no era una opción. Necesitaban encontrar un lugar más seguro y, lo más importante, averiguar qué estaba ocurriendo en el mundo exterior.

**Pov Mateo**

Después de discutirlo un poco más, decidimos que era hora de movernos. La camioneta de la policía sería nuestro medio de transporte, ya que era lo suficientemente grande para llevarnos a todos y almacenar suministros. Revisé nuevamente el tanque de combustible. Medio tanque tendría que ser suficiente para llegar a la ciudad vecina, donde esperábamos encontrar más información y, con suerte, más seguridad.

Mateo: "Chicos, es hora de irnos. Vamos a cargar todo lo que podamos en la camioneta y salir antes de que se haga completamente de noche."

Thiago: "De acuerdo, carguemos rápido y no dejemos nada útil atrás."

Martina y Emma comenzaron a recoger las armas y suministros que habíamos encontrado. Thiago y yo nos encargamos de asegurar que la camioneta estuviera lista para el viaje. La moto sería nuestro respaldo en caso de que algo le sucediera a la camioneta.

**Pov Normal**

Con todo cargado y asegurado, el grupo se subió a la camioneta. Mateo tomó el volante, con Thiago a su lado en el asiento del copiloto. Martina y Emma se acomodaron en los asientos traseros, manteniendo las armas cerca por si acaso.

La carretera estaba desierta, una escena inquietante en comparación con el bullicio habitual. Mientras conducían, el silencio era roto ocasionalmente por los murmullos de Martina y Emma, quienes intentaban distraerse del terror palpable que los rodeaba.

**Pov Mateo**

Mantenía mis ojos en la carretera, pero mis pensamientos estaban en mi familia. No había podido contactarlos desde que todo esto comenzó, y la incertidumbre me estaba carcomiendo por dentro. Decidí que nuestra primera parada sería la casa de mi abuela, donde esperaba encontrar a mis padres y hermanos.

Thiago: "Mateo, ¿estás bien? Pareces preocupado."

Mateo: "Sí, solo pensando en mi familia. Espero que estén bien."

Thiago asintió, entendiendo perfectamente lo que sentía. Todos estábamos en la misma situación, preocupados por nuestros seres queridos.

**Pov Normal**

Después de una hora de viaje, la camioneta comenzó a hacer ruidos extraños. Mateo disminuyó la velocidad y finalmente tuvo que detenerse al costado de la carretera.

Emma: "¿Qué pasa? ¿Por qué nos detenemos?"

Mateo: "No lo sé, algo no está bien con el motor. Thiago, ven, vamos a revisar."

Ambos se bajaron de la camioneta y abrieron el capó. El motor estaba sobrecalentado y parecía que había una fuga de aceite. Mateo soltó un suspiro de frustración.

Thiago: "Maldición, esto no es bueno. ¿Podemos arreglarlo?"

Mateo: "Vamos a intentarlo, pero no estoy seguro de cuánto tiempo nos llevará."

Mientras los chicos trabajaban en la camioneta, Martina y Emma vigilaban los alrededores, nerviosas por cualquier señal de peligro.

Martina: "Espero que puedan arreglarlo rápido. No me gusta estar aquí afuera en medio de la nada."

Emma: "Lo sé. Pero confío en que Mateo y Thiago lo resolverán."

**Pov Mateo**

Después de trabajar en el motor durante lo que pareció una eternidad, logramos arreglar la fuga de aceite de forma provisional. No era una solución permanente, pero debería permitirnos llegar a la ciudad vecina.

Mateo: "Listo, chicos. Vamos a probarlo. Todos a bordo."

Subimos nuevamente a la camioneta y reanudamos nuestro viaje. La ciudad estaba a solo unos kilómetros de distancia. Con suerte, encontraríamos respuestas y más recursos allí.

**Pov Normal**

Finalmente, llegaron a la ciudad, pero lo que encontraron no era lo que esperaban. Las calles estaban desiertas, las tiendas saqueadas y los edificios en ruinas. La sensación de desesperanza se intensificó.

Thiago: "¿Y ahora qué? Esta ciudad está tan mal como el lugar de donde venimos."

Mateo: "Vamos a buscar un lugar seguro para pasar la noche. Mañana exploraremos más y buscaremos a alguien que pueda ayudarnos."

Con precaución, el grupo comenzó a explorar la ciudad en busca de un refugio. La oscuridad de la noche se cernía sobre ellos, y con ella, el verdadero terror de su nueva realidad.

Fin del Capítulo 2

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Espero que les haya gustado este capitulo si es corto lo sé pero traeré otros está semana