La temporada del Averno IV

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* Capítulo 4: En Busca de Refugio*

**Pov Normal**

La noche había caído sobre la ciudad, envolviendo todo en una oscuridad opresiva. Las calles, que alguna vez estuvieron llenas de vida y movimiento, ahora estaban desiertas y silenciosas, salvo por los ocasionales gemidos y pasos arrastrados de esas cosas que solían ser personas. Mateo, Thiago, Martina y Emma caminaban rápidamente, intentando no hacer ruido mientras buscaban un lugar seguro para refugiarse.

**Pov Mateo**

El aire estaba frío y cortante. El miedo latente de toparnos con más de esos seres me mantenía alerta. Thiago caminaba a mi lado, sosteniendo una linterna apagada, listo para encenderla solo si era absolutamente necesario. Martina y Emma iban detrás, cargando las mochilas con lo poco que habíamos podido recoger de la comisaría.

Mateo: "Che, necesitamos encontrar un lugar pronto. No podemos seguir así toda la noche."

Thiago: "Lo sé, pero no podemos meternos en cualquier lado. Tiene que ser seguro, y mejor si es alto, así tenemos ventaja."

Martina: "Miren allá, parece un edificio de oficinas. Las puertas están cerradas, pero podríamos intentar forzar la entrada."

Emma: "Sí, y si subimos a los pisos altos, podríamos tener una buena vista de la ciudad para planear nuestro próximo movimiento."

Nos acercamos al edificio con cautela, asegurándonos de no atraer la atención. Las puertas estaban cerradas, pero Thiago logró abrirlas con una palanca que habíamos encontrado. Una vez dentro, cerramos las puertas detrás de nosotros y nos dirigimos hacia las escaleras, evitando usar el ascensor por precaución.

**Pov Normal**

Subieron varios pisos antes de encontrar una oficina adecuada para refugiarse. La sala de reuniones era lo suficientemente grande para que todos pudieran descansar, y tenía una única puerta que podían asegurar fácilmente. Mateo y Thiago se encargaron de bloquear la puerta con muebles mientras Martina y Emma revisaban las ventanas para asegurarse de que no hubiera formas de que esas cosas pudieran entrar.

**Pov Thiago**

El cansancio nos estaba pegando fuerte, pero sabíamos que no podíamos relajarnos del todo. Mientras Mateo y yo asegurábamos la puerta, no podía dejar de pensar en lo rápido que todo se había ido al carajo. Hace solo unas semanas, estábamos preocupados por exámenes y trabajos, y ahora... estábamos luchando por nuestras vidas.

Thiago: "Mateo, ¿creés que esto se va a terminar alguna vez?"

Mateo: "No sé, Thiago. Solo sé que tenemos que mantenernos juntos y no perder la esperanza."

Terminamos de mover los muebles y nos reunimos con las chicas en el centro de la sala. Nos sentamos en el suelo, agotados pero aliviados de estar relativamente a salvo, al menos por un rato.

**Pov Martina**

Emma estaba sentada a mi lado, y podía sentir su ansiedad. Era difícil mantener la calma cuando todo a nuestro alrededor parecía estar desmoronándose. Pero teníamos que ser fuertes, por nosotros mismos y por los demás.

Martina: "Emma, ¿te sentís bien? Estás muy callada."

Emma: "Sí, es solo que... no puedo dejar de pensar en mi familia. ¿Y si les pasó algo?"

La abracé, tratando de ofrecerle un poco de consuelo. No había mucho que pudiéramos hacer ahora, pero al menos estábamos juntos.

**Pov Mateo**

Encendí la linterna y comencé a revisar el lugar en busca de suministros. Encontré un par de botellas de agua y algo de comida en una pequeña cocina adyacente a la sala de reuniones.

Mateo: "Encontré un par de botellas de agua y algo de comida. No es mucho, pero nos servirá por ahora."

Thiago: "Bien, mejor que nada. Tendremos que racionar esto hasta que podamos encontrar más."

Nos repartimos la comida y el agua de manera justa, sabiendo que cada bocado y sorbo eran valiosos. Después, nos acomodamos lo mejor que pudimos para intentar dormir un poco, turnándonos para vigilar mientras los demás descansaban.

**Pov Thiago**

Me tocó el primer turno de vigilancia. Me apoyé contra la pared, manteniendo la linterna apagada para no atraer atención. El silencio de la noche era ensordecedor, solo roto por los ocasionales ruidos lejanos. Mientras miraba a mis amigos dormir, me prometí a mí mismo que haría todo lo posible para mantenerlos a salvo.

**Pov Emma**

Desperté varias veces durante la noche, cada sonido me ponía los pelos de punta. Pero cada vez que abría los ojos, veía a Thiago o Mateo vigilando, y eso me daba algo de tranquilidad. Sabía que no estábamos solos, y eso era lo único que me mantenía cuerda.

**Pov Normal**

La noche pasó lenta y llena de incertidumbre. A medida que las primeras luces del amanecer comenzaron a filtrarse por las ventanas, el grupo se preparó para enfrentarse a un nuevo día. Afuera, la ciudad seguía siendo un lugar peligroso y desconocido, pero dentro de esas paredes tenían un pequeño refugio, un momento de paz en medio del caos. La batalla por sobrevivir apenas comenzaba, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos, sin importar lo que les deparara el futuro.

**Pov Mateo**

Cuando finalmente amaneció, me sentí un poco más esperanzado. Sabía que cada día sería una lucha, pero también sabía que juntos éramos más fuertes.

Mateo: "Es hora de movernos. No podemos quedarnos aquí para siempre."

Thiago: "Sí, hay que buscar más suministros y un lugar más seguro para establecernos."

Martina: "Vamos, entonces. No podemos perder tiempo."

Emma: "Sí, vamos. Juntos podemos con esto."

Nos pusimos de pie, listos para enfrentar lo que viniera. Salimos del edificio, con la determinación de seguir adelante y encontrar un lugar donde pudiéramos estar a salvo. No sabíamos lo que nos esperaba, pero estábamos listos para enfrentarlo juntos, como siempre.

el frio de un finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora