Aquella Noche.

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Furina recordaba claramente la noche en que conoció a Arlecchino, o como ella la había conocido originalmente, Peruere. Había salido a dar un paseo nocturno, el único momento del día donde podía ser ella misma. Por eso mismo se negaba a llevar escolta, como Neuvillete le había exigido en numerosas ocasiones, ella no quería perder su momento de libertad. Había decidido alejarse lo más posible de la ópera, había discutido con Neuvillete por un pastel y no quería verlo ya que lo más probable era que saliera a buscarla. Mientras exploraba una zona de Fontain que nunca antes había visto se encontró con una pequeña niña con el pelo blanco con mechones negros. Aunque lo más sorprendente eran sus ojos azabaches con una X Carmesí en ellos. A la actriz le parecieron hermosos aquellos ojos.

Furina: disculpa, cómo te llamas?- dijo sin dejar de mirar los ojos de la pequeña- por que estás sola a estas horas?

Peruere: no... Te dan miedo mis ojos?

Furina: tus ojos? Por que me darían miedo? Son hermosos, son... Como dos estrellas brillantes en la noche.

Peruere: Peruere...- dijo con un notable sonrojo, nunca antes habían halagado sus ojos, mucho menos la Arconte Hydro- Mi nombre es Peruere, Lady Focalors.

Furina: sabes quién soy?

Peruere: usted es Lady Focalors, la Arconte Hydro ¿No?

Antes de que furina pudiera responder sintió un olor a rosas proveniente de Peruere, para Furina ese olor la había llevado a Celestia. Antes de que pudiera notarlo se había lanzado sobre Peruere para abrazarla ni se percató cuando comenzó a llorar mientras enterraba su nariz en el cuello de la menor. Peruere no sabía que hacer, ni como reaccionar, jamás en sus seis años había estado en una situación similar, pero algo en su interior le comenzó a decir exactamente lo que tenía que hacer, era su Alfa interior. Primero se dió la vuelta para corresponder el abrazo de la mayor, a la vez que comenzo a soltar más feromona para calmarla, quiso limpiar sus lágrimas pero no quería dejar de abrazar a furina, así que no tuvo una mejor idea que lamer las lágrimas de la mayor, haciendo que se separara de su cuello por un rato.

Furina: perdón!! Te incomode?!- dijo cayendo en cuenta de lo que había hecho, intento separarse de Peruere pero ella no soltaba su agarre- que pasa?

Peruere: por que lloras?- dijo antes de lamer las lágrimas de Furina, está se quedó hecha piedra- no... No quiero que llores, no quiero que estés triste lady Focalors.

Furina: Furina, llámame solo furina- dijo antes de recibir un pequeño beso en su frente- huh?

Peruere: tus ojos también son hermosos, como gotitas de lluvia- dijo para darle otro beso, pero ahora en la mejilla- tu nombre también es bonito.

Furina: gracias- dijo dándole a Peruere una pequeña sonrisa- quieres comer algo?

Peruere: ya estás feliz?- pregunto- y si quiero comer algo.

Furina: estoy mejor... Aunque no sé si pueda decir que soy feliz- dijo antes de usar sus poderes y hacer aparecer dos trozos de pastel, el mismo por el que había peleado con Neuvillete.

Peruere:qué tengo que hacer para que Furina sea feliz?- dijo recibiendo un poco de pastel por parte de furina, luego que comerlo quedó encantada- delicioso!!

Después de eso ambas prometieron encontrarse la noche siguiente en ese mismo lugar, y lo siguieron haciendo hasta que un día mientras caminaban encontraron una vieja casa en medio de un campo de malas hierbas. cuando intentaron llegar a la casa descubrieron que todo estaba empantanado, iban a irse pero una idea resonó en la cabeza de furina. Hacer de esa casa en medio de un pantano su base secreta, un lugar solo para ellas dos, un refugio solo para ellas dos. Tardaron tres semanas en drenar por completo aquel pantano, ambas disfrutaron todo ese tiempo atesorando lo como algo muy valioso para ambas.

Neuvillete estaba aterrado, desconocía a la persona que había tomado el lugar de furina, había cambiado mucho en los últimos meses, mucho más que en los últimos 470 años. Antes de su discusión dormía cerca de doce horas al día, de media noche a medio día, ahora solo dormía cuatro horas y se veía mucho más radiante que nunca. También estaba pidiendo mucha más comía a la hora de la cena, lo peor era que solo la comía estando encerrada en su habitación. También se había interesado en temas bastante extraños, como vaciar un pantano? Como cultivar rosas? Mantenimiento del campo? Medicina básica? Plantas medicinales? Costura? ¡La furina que él conocía jamás habría leído un libro "aburrido"! Incluso había pedido a su chef personal que le enseñara a cocinar ¡Eso sí que era inaudito! Furina ni siquiera había servido un vaso de agua en toda su vida. Incluso se le veía más feliz que en toda su vida, esa fue la única razón por la que Neuvillete decidió dejar ser a furina, no quería quitarle la felicidad que ella misma había encontrado.

Una noche, después de algo más de  un año de conocerse, furina decidió por fin contarle la razón de su tristeza a su pequeña Starlight, el apodo cariñoso que le puso a Peruere. Mientras que la menor la llamaba de cariño como Gotita, furina era la gotita de Peruere y está era la Starlight de la mayor. Ya no quería ocultarle nada, su Starlight se había vuelto la persona más importante para ella, incluso más que Neuvillete ( y eso era decir mucho, ya que lo conocía desde hace cientos de años). Hacía un tiempo que le había dicho que como arconte, no era ni alfa, ni Omega, mucho menos una beta, así que no podía tener una pareja. Apenas escucho eso Peruere se deprimió demasiado, tanto que furina se quedó a dormir con ella y le preparo comida casera junto con un pastel hecho por ella misma.

Furina: eres un buen Alfa... Siento celos de quién será tu Omega.

Peruere: por que lo dices? Si lo deseas jamás veré a nadie más que no sea mi Gotita!

Furina: pero soy vieja, también soy inmortal, morirás antes de que me dé cuenta... No quiero quitarte tu futuro.

Peruere: entonces me quedaré contigo hasta que muera!! No quiero estar con nadie más que no sea mi Gotita!!

Furina: que quieres decir con eso?

Peruere: que yo AMO A...!!- antes de que pudiera terminar furina le taba la boca con un macarrón.

Furina: shhh- dijo mientras se acercaba al oído de Peruere- las cosas importantes deben decirse al oído en un susurró... Para que el viento... No se lleve volando tus sentimientos por ejemplo....

Sus recuerdos fueron interrumpidos por la voz Neuvillete. Había comenzado otro juicio y ella tenía que volver a desempeñar su papel. Lo detestaba, estaba muy deprimida, ya hace poco más de veinte años que no había visto a su Starlight. Quería tener a Peruere otra vez entre sus brazos, sentir su aroma a Rosas, dejar que mordiera su cuello en un acto de amor desesperado. Si tan solo hubiera sido más sincera, ahora mismo tendría a Peruere entre sus brazos, consolando la por su papel aparentemente interminable. Esa misma noche volvió a su santuario secreto y escribió una carta para Peruere, dejando en esta todo su corazón y sentimientos reprimidos, una carta que nunca llegaría a las manos de su Starlight.

Furina: si pudiera pedir un deseo a cambio de todo este sufrimiento... Solo quiero que me ames... Peruere, mi Peruere, mi Starlight ¿Donde estarás?

Quiero Que Me Ames Arlefuri (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora