1000 cortadas de papel

capitulo 8

Tic, Toc, tic, Toc. Eso era todo lo que se escuchaba en la terapia junto al doctor
Schafer. Ese sonido que nunca terminaba, hacía a la sesión eterna. Él quería que hable con él. Seguramente pensó que desde que hablé con él, a partir de ahí iba a hablar siempre, pero no fue así. Mis sentimientos han sido muy confusos desde la semana pasada y sinceramente no necesitaba que ningún doctor me ponga presión.

Él jugaba con su lápiz mientras me miraba. Su paciencia se estaba agotando. Podía darme cuenta de esto, por los gestos de su cara. Sus líneas de expresiones lo hacían ver mucho más viejo y eso me hacía sentir que he estado en este lugar por mucho tiempo.

<< ¿Te gusta este lugar, Bill?>> Me preguntó mientras se removía en su silla. Sabía muy bien que no le respondería.

<<Necesitas hablar conmigo, de verdad lo necesitas>> Puso énfasis en la palabra
'necesitas' <<Si no lo haces entonces no hay manera de que salgas de este lugar.
Si te quedas en silencio entonces no hay forma de saber si estas mejor o no, así
que no hay manera de que salgas de aquí>>

Sabía eso, y maso menos esa era la razón por la que no hablaba. No estaba listo
para salir de aquí. Por supuesto una parte de mi quería irse, pero todavía tenía que averiguar muchas cosas fuera. Muchas de las que no tenía ni idea. Se volvió a sentar bien en su silla y miró sus brazos mientras los cruzaba.

<< ¿Quieres saber qué es lo que pienso?>> No

<<Creo que tienes miedo de salir de aquí. No me hablarás porque sabes que soy
capaz de ayudarte a salir de este lugar, pero no quieres irte. Tienes miedo del
mundo y aunque no creas entiendo eso. Puede darte mucho miedo, a todos en
realidad, pero créeme, estarás bien. Tendrás a tus padres que te cuidaran, a ellos y a mi>>

No pude evitarlo y rodé los ojos incluso cuando una parte de mi sabía que lo que
dijo era verdad. La idea de estar afuera me daba miedo, pero más que nada quería quedarme aquí por Tom. Él era muy confortable y no quería dejar eso, no hasta que descubra que es lo que siento por él.

El doctor Schafer se encogió de hombros.

<<Supongo que otra sesión ha terminado. Puedes irte>>

No esperé a que me lo diga una vez más. Me levanté de la silla y me fui de esa
habitación. Tom no estaba allí esperando por mí. Tampoco esperaba verlo. No lo
había visto anoche o ayer por la tarde porque el solo trabaja en la mañana, así que esperé por el esta mañana, pero el no vino ni a mi habitación ni en el desayuno. A veces cuando trabaja por la tarde, me espera a la salida de la oficina del doctor

Schafer, pero hoy no lo he visto. Pensé que estaba teniendo un gran día vaya a
saber dónde.  Desde que estoy aquí lo he visto todos los días porque a él le gusta
estar aquí y ayudar a quien sea. Quizás, finalmente estaba teniendo un gran día. 

Era sábado después de todo.

Podía pasar todo el tiempo solo sentado y escuchando como habla de su familia o
cualquier otra cosa. Él siempre está ansioso y alegre. Me gustaba que el fuera así, y quizás porque yo era todo lo contrario, por eso nunca me aburría estando con él.
Era muy diferente.

Pasamos mucho tiempo juntos y lentamente se fue convirtiendo en mi mejor amigo.
Pensé que era medio extraño teniendo en cuenta el lugar en el que estamos. Él es
un voluntario, alguien quien ayuda a los demás, y nos fuimos convirtiendo en
amigos, pero no podía con los sentimientos que estaba descubriendo hacia él. Cuando lo veía mi corazón latía fuertemente y tenía que luchar conmigo mismo para no sonreír.

Había algo especial en él, era tierno, pero no es una forma romántica por así decirlo.
Sinceramente no podía en encontrar nada malo en él, sin dudas era perfecto.
Entré en la sala de recreación y me senté en una de las sillas que había allí.
Descansé mi cabeza en mi mano, no había mucho que hacer aquí. Ya había
jugado a todos los juegos de mesa con Tom, y cuando él no estaba aquí, leía todos los libros que encontraba interesantes, así que ahora estaba un poco aburrido.