Capitulo 5

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He estado en este lugar por una semana más o menos. No he cambiado mucho sobre mis ideas y pensamientos. Todavía quiero dejar este mundo para siempre. Como sea, mis pensamientos suicidas fueron menos intensos desde que
llegué aquí. Ahora no tenía que lidiar con los problemas del mundo exterior, así que aquí era como si simplemente no existiesen.

El doctor Schafer y Andreas son pacientes conmigo. Muy pacientes diría yo. No le hablaba a pesar de que en cada sesión ellos intentaban sacarme alguna palabra.
Querían hacer que piense que ellos si podían ayudarme, pero nadie podría hacer eso, así que no veía ningún punto en intentarlo.

Desde que tuve ese origami, mi Iris azul, Tom ha venido más como un amigo que
como un simple voluntario, ahora pasaba mucho más tiempo con él. El ya no tenía que llevarme a ningún lugar, sin embargo, lo seguía haciendo. El solo venía conmigo y me llevaba. Dice que como él es un voluntario y no recibe paga alguna por hacer esto, tenía la libertad de decidir qué hacer y que no. Yo no estaba en contra de la atención que ponía sobre mí. Quizás él se sentía de la misma manera acerca de nuestra amistad como lo hacía yo. Era de verdad muy lindo tener a alguien aquí que esté de mi lado, e incluso el me entendía a pesar de que no sabía prácticamente nada sobre mí. Seguramente, hemos hablamos un poco más a medida que pasaban los días, pero de nada en particular, era más acerca de él que de mí. Mientras yo esté aquí, acepto su compañía.

<<Vamos, vamos, llegarás tarde>> Tom me dijo y me llevaba en dirección a la terapia de grupo. Su mano estaba en mi muñeca mientras negaba cualquier protesta de mi parte. No me gustaba del todo la terapia de grupo. Creo que me hacía sentir peor. Escuché varias historias de como algunos terminaron aquí, y obviamente todas eran deprimentes. Luego, sería mi turno de abrirme a ellos, pero sinceramente nunca lo haría, algunos me hacían sentir culpable, pero muchos de ellos no me importaban que es lo que piensen de mí.

<<No, no iré. Andreas esta justo allí>> Hablé lentamente y me detuve en la sala. Un poco lejos de nosotros estaba Andreas con otro grupo caminando fuera de la sala de recreación.

<<Oh, bueno entonces ellos llegarán tarde. Andreas debería trabajar en ello, no esta bien llegar tarde.>> Dijo lentamente y soltó mi muñeca.

<<Nosotros también llegamos tarde>>

<<Shh, esos son detalles menores>> me calló. Lo miré de re ojo y estaba sonriéndome. 

Miré hacia otro lugar. Andreas estaba hablando con otras personas, caminando a la sala de recreación. Eso podría explicar el por qué estaban llegando tarde. Estuvieron mucho tiempo hablando.

Caminamos con Tom detrás de ellos, antes de que alguien entre a la sala de recreación. Tan pronto como lo hicimos, Andreas se exaltó, causando que nos detuviéramos abruptamente.

<<Dios mío>> Dijo en apenas un susurro. Todos estaban boquiabiertos. Miré a Tom con una clara confusión en mi rostro, el lucía como si tampoco supiera que es lo que estaba pasando. Mi curiosidad pudo más con mi persona y aparté a una cantidad de personas para poder ver a través de la ventana lo que estaba sucediendo en la habitación. Parado en la mesa, en la mitad de la habitación había un chico, uno que no conocía. Era joven, como yo. Tenía la mitad del cuerpo literalmente colgando de la ventana.

<<Hey, Hey, no necesitas hacer esto>> Escuché a Andreas hablar con calma. Miró al resto del grupo y pidió con ojos de súplica que nos fuéramos. Muchos de ellos obedecieron, sin embargo, yo me quedé. Quizás estaba en shock o era me ganaba la curiosidad.

<<Bill, vámonos de aquí>> Tom dijo gentilmente. Tenía sus manos en mis hombros, pero no me moví. Mis ojos estaban puestos en el chico que no paraba de llorar. Pude ver que Tom presionó el botón de pánico, unos segundos después la sala se llenó de doctores y demás.

1000 cortadas de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora