CAPÍTULO 1

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Los cálidos y suaves rayos de sol en este caluroso verano, en la gran Buenos Aires. Iluminan su hermosa pintura rosa, que deja cautivar a cualquier persona que pasa por aquella deslumbrante calle.

Dónde cualquier auto se detiene a tomarle fotos, cómo si se tratara de un monumento o de una celebridad de Hollywood. — Es solo un simple departamento. –exclamó un niño en voz alta.

Todos se enojaron por su tono tan irónico, pero varios negaron el simple hecho de que aquel niño tenía razón.

Ahora es solo algo del pasado, las cosas siguen igual que siempre. Parece ser que el tiempo se detuvo para aquel departamento rosa. Solo las personas a su alrededor, envejecen con el pasar de los días.

Yo suelo pasar todas las mañanas, en frente de aquel departamento antes de ir hacia mi aburrido empleo. Y no veo nada interesante en ella, es solo un simple departamento rosa ¿No sé qué tiene de exótico? Pensé que el color rojo llamaba mucho más la atención, que el rosa, pero al parecer la mayoría se equivocó en esa teoría.

Mi vida no es tan interesante, como el pasar de los días de aquel maldito departamento. A ella la visitan personas de todo el mundo, y a mí ni siquiera mi madre me visita el día de mi cumpleaños. A ella la admiran por su hermosa y brillante pintura, y a mi ni siquiera me dan un reconocimiento en esta empresa de mierda, a pesar que llevo más de seis años trabajando en este patético lugar. En el mismo puesto de siempre con un sueldo de mierda.

Me enoja totalmente que todo el mundo tenga puesta su atención en ella. Suelo pensar a veces que soy el único ser humano, en esta aburrida ciudad que ve la verdad de las cosas.

¿Pero cómo no odiarla? Si todo mundo habla de ella, como si se tratara de la última botella de agua del desierto.

Detrás de ella hay miles de departamentos con su misma estructura y composición, lo único que los diferencia es su color. Y desde mi punto de vista, eso la hace única y especial entre tantos departamentos grises, que la gente cataloga como “simples y aburridos”.

Desde que su presencia se hizo visible, en la calle más iluminada en la ciudad de Buenos Aires. Me he llegado a preguntar ¿Qué es lo que hay dentro? Se que es una pregunta estúpida, pero nadie nunca ha podido entrar a aquel departamento. Es todo un misterio por dentro, es por eso que es tan interesante.

Debo ser el único loco en esta aburrida y triste ciudad, pero hay veces que imagino por las noches, después de cenar. Cómo se vería por dentro aquel departamento rosa. Porque imaginar es lo único que me queda en esta aburrida y rutinaria ciudad.

El departamento rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora