sᴛᴀʀʙᴏʏ / 𝒮𝓊𝓃𝒶 ℛ𝒾𝓃𝓉𝒶𝓇ℴ 𝓍 ℳ𝒶𝓁ℯ! ℴ𝒸
★ Shuto Ishikawa jugó en Karasuno, pero fue transferido a Inarizaki por problemas personales. Antes de su transferencia, ya había interactivo con Suna, pero no le había prestado atención hasta que pisó...
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Sí, es idéntico a Shoyo pero no es el mismo jajjajsj ustedes deciden si puede llegar a ser su primo o no.
No tiene orejas de animal, tranqui
Shuto observaba con atención las cortinas de su casa. Como la ventana estaba abierta, se movían por la suave brisa de viento. Estaba aburrido, lo suficiente para encontrar entretenido aquello. Eran las 5 de la mañana y sus padres aún no se habían levantado. Shuto ¿Qué diablos haces despierto? Te preguntarás. Bueno, él tenía que ir a una escuela diferente dentro de unas pocas horas y estaba realmente nervioso.
—¿Ya estás despierto?— su padre le preguntó mientras se sentaba en la silla de madera, en frente de las otras sillas que formaban un círculo al rededor de la mesa pequeña y redonda. Justo en frente suyo estaba Shuto.
—Estoy muy nervioso.— se expresó con confianza Shuto mientras no dejaba de mirar las cortinas danzar al ritmo del viento. Se sentía aturdido, su corazón latía rápidamente de tan solo pensar que iría a otra escuela. Ya de por si se sentía nervioso de vivir en otro ciudad, todo empeoraba cuando se daba cuenta que debía de socializar con nuevos compañeros de clase y volleyball. Ya conocía a Inarizaki, había jugado contra ellos y justo a los pocos días fue transferido.
—Cálmate hijo, lo harás bien.— lo tranquilizó su padre mientras tomaba su mano con delicadeza. Shuto intentó verle el lado positivo, pero de inmediato pensó lo peor.
—¿Y si me hacen bullying? ¿Y si no me aceptan en el club de volleyball? ¿Y si las maestras me odian?— preguntó delirante.
Su padre sólo rió suavemente y volvió a retomar su palabra.
—No pasará nada malo, mantente positivo.
—Positivo...
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Ir a Inarizaki le fue fácil. La preparatoria quedaba a unos pocos minutos de su casa. Ingresó a la institución y de inmediato se sintió abrumado por el gran espacio del lugar. Era gigante, quizás el triple que Karasuno. Por un instante, recordó a Shoyo emocionado gritar sobre lo grande de Aoba Johsai. Ahora todo tenía sentido: se estaba volviendo Shoyo.
Distraído viendo las decoraciones del lugar, no se dio cuenta de qué había alguien en frente suyo y chocó contra él.
—Oh, disculpa, no te vi.— Shuto se disculpó y rápidamente le tendió la mano al desconocido para ayudarlo a levantarse.
El muchacho aceptó la ayuda y se paró, se puso en frente suyo y le sonrió levemente.
—Un gusto, creo que ya nos hemos visto antes, así que ya debes saber mi nombre.
—Eh...
No lo recordaba.
—Kita...
—Ah ¡Sí! El de... ¿Aoba?
—¿Cómo sería del Seijo si estoy aquí?
—Oh, perdón, es que no soy muy bueno recordando nombres y equipos y... eso.—nervioso, rasca su nuca y desvió la mirada esperando ser Salvado del momento incómodo mágicamente.
—Yo por lo menos sé quién eres, Ishikawa Shuto. ¿Quieres que te muestre el gimnasio? Viniste muy temprano, dentro de unos minutos empiezan las clases.
