ENTRENAMIENTO II

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NARRA LAMINE

Al final del entrenamiento Xavi nos ha dicho que fuésemos a ver el entrenamiento del barça b femenino, como no tenía nada que hacer, no he puesto ninguna pega, pero en verdad me da un poco de pateo. Aunque bueno, me da curiosidad el nivel que tendrán.

-Oye tíos, ha mi me da muchísima pereza, eh- dice Gavi, que lo único que ha hecho desde que Xavi nos ha dicho que vengamos, ha sido protestar.

-¿¡En serio?!, para nada lo has dicho 30 veces, cállate ya, porfavor-dice Pedri, cansado de sus quejas ya que él lo tenía que llevar en coche.

-No sé, a mi me da curiosidad saber cómo son de buenas- digo yo sincerándome 

-¿Cómo son de buenas o cómo están de buenas?-pregunta Fermín provocando la risa de todos, incluyendo la mía-¡ANDA PILLÍN! mira como sonríes

-¿Eh? no, no, no me he reído-digo yo y todos se ríen

Entramos y nos sentamos en las gradas justo cuando llega una chica, que juega ahí, llegando al círculo ya formado por todas las del grupo, la chica tenía pinta de enfadada, en ese momento, me recordó a Gavi, siempre con cara de enfadado, pero al momento, cuando se pusieron a estirar, sacó una sonrisa a su amiga mientras esta le contaba algo, aunque yo estuviese desde lejos, he de decir que su sonrisa me pareció preciosa.

Después corrieron y ella era la que iba por delante, la equipación le quedaba de puta madre, los pantalones le marcaban el culo y la camiseta, a pesar ser ancha, le marcaba las tetas, por no hablar de las piernas que tenía, desde luego, esta chica está buenísima. Por suerte nadie me vió, porque si me hubiesen mirado, con la cara de embobado, yo creo que habrían empezado a gritar que me gustaba, que me llamaba la atención, que si quería su intagram... para joderme, como no. 

Luego, hicieron equipos a lo que supuse que harían un partido, y ella, esa chica a la que no había parado de mirar, la chica de la sonrisa bonita, esa misma chica era la capitana del equipo rojo. Después de un tiempo entendí porque era la capi, casi me caigo de culo al ver el golazo que hizo. Más tarde hizo un gol aún más complicado y luego, casi al final, le hicieron una falta clarísima pero ella aún así se levantó aprovechando que la pelota estaba sin poseedor y hizo una asistencia a una de su equipo que pareció leerle la mente. Desde luego esta chica, de momeno, todo lo que había visto de ella era perfecto, ni un solo fallo.

-¿Qué?, ¿es buena eh?-dijo Laporta, dándonos un susto a todos, que por lo que me parece, estában igual de alucinados que yo, incluido Gavi, que parecía no arrepentirse de haber venido.-es uno de los mejores fichajes que tenemos, por no decir el mejor.

-Increíble, ¿habéis visto cómo se la ha pelado la falta y gracias a eso su compañera a marcado gol? increíble.-repitió Gavi, aún en shock.

-Esta chica se puede romper la pierna, que va a seguir jugando para tener ocasión de gol, por eso no entiendo porqué sus compañeras le hacen entradas, cuando saben que no va a pararse, pero oye, la esperanza es lo último que se pierde- dijo el fisio, provocándonos unas risas, al parecer, compartíamos todos los del club, tanto femenino como masculino el mismo fisio- Ale chavales, me voy, decirle a Sara que se pase antes de irse que le quiero mirar esa rodilla-dijo para después irse

Nos despedimos de Arnau, el fisio y bajamos al túnel, tiempo más tarde salieron algunas jugadoras y cuando nos vieron nos pidieron nos pidieron algunas fotos. Luego salió Sara, ya me sabía su nombre gracias a Laporta, este, llamó su atención y la de una, que parecía ser su amiga.

-Hola Sara, hola Ángela, os presentaría a estos chicos tan guapos, pero doy por hecho que ya los conocéis-dijo Laporta

-Hola, yo soy Ángela- dijo algo tímida la amiga

-¡Hola, yo soy Sara!- dijo esta con un brillo notable en sus preciosos ojos.

-¿Nos podemos hacer una foto? soy tu fan- dijo Ángela con una sonrisa casi inapreciable dirigiéndose a Gavi

-Claro, ¿quieres que te firme algo?- dijo este

-Sí, por favor- le dijo Ángela a Gavi tendiéndole un rotu y señalando la parte de la camiseta donde quería que se la firmara.- muchas gracias, de verdad- tía, me tengo que ir ya, he quedado-dirigiéndose a Sara-

-Claro tía, ya me contarás, te quiero- le dijo ella

Ángela se fue y estuvimos manteniendo una conversación todos, incluyendo a Sara, que parecía bastante amable y extrovertida.

-Por cierto, ha dicho Arnau que vayas a que te mire la rodilla- le dijo Laporta- Lamine, ¿le puedes acompañar por si acaso no puede caminar bien o necesita ayuda?- dijo guiñándome un ojo que solo vi yo.

-Emm, claro claro, vamos- dije nervioso sin saber muy bien que decir ni porque me había elegido a mí, pero a veces se me olvida que Laporta lo ve todo, así que yo solamente le sonreí y miré hacia la mirada de la chica, que ya estaba mirándome- ¿vamos?

-Claro, vamos- me dijo ella con una sonrisa

Fuimos caminando con temas muy aleatorios, pero la verdad que me reí bastante, nos paramos delante de la puerta y, tras llamar, le dejé pasar a ella primero recibiendo la 50 sonrisa de su parte en todo su camino.

-Hola Arnau, me ha dicho Laporta que me quería ver- dijo ella cuando pasó

-Hay que ver lo que haces por una pelotita eh, pero bueno, no te culpo, no eres la única, casi todos los del club me llevan de cabeza- dijo sacando una risita por su parte- ven, siéntate aquí, voy a curarte esa rodilla

Arnau parecía estar buscando algo, no paraba de suspirar y finalmente nos dijo que ahora volvía, ya que iría a buscar el material necesario para curarla.

Sara cogió su móvil y por la conversación, supongo que era su padre. Le dijo que no le esperásen, que iba a tardar y que estaba en enfermería, luego colgó y justo cuando me miró, entró Arnau.

-¡Ya está, todo listo!- dijo dejando las cosas en una mesa que estaba al lado de donde se encontraba Sara- a ver esa herida... dijo apoyando su mano en la cadera de esta para poder sujetar bien su pierna

-¡Au!- masculló ella, a lo que los dos la miramos y ella dirigió su mirada a su cadera- me duele

-¿Te duele? ¿la cadera?- ella asintiño levemente- vale, vamos a ahcer una cosa, quítate los pantalones y te miro la cadera- ella asintió con un leve color rojo en su cara.

Increíble, no hay otra palabra, esta chica tenía un culo de la ostia, la mirada se me fue un poco, no quería mirárselo pero... soy hombre, que le voy ha hacer.

-Ostia, ¿esto como te lo has hecho? dijo señalando un moratón como mi mano de grande

-No tengo ni idea la verdad- dijo ella que parecía sorprendida.

Después de un rato más de tortura para mi cuerpo, ella se puso los pantalones y salimos de la sala.

-Bueno, ya es un poco tarde, ¿vives muy lejos?- le pregunté a Sara

-Bueno, a 10 minutos o así, aunque a lo mejor hoy tardo más- dijo ella con una sonrisa después de ver que había pillado su "chiste"

-Si quieres te acompaño, no me cuesta nada, además, así me aseguro de que llegues con la misma cantidad de moratones, ni uno más ni una menos- me atreví a bromear

-¿Seguro? ¿No te importa?- dijo ella algo dudosa

-Claro que no, vamos- le dije para después irnos

Durante el camino le lleve yo su mochila, ibámos caminando y no se en que momento llegamos a su casa, el camino se me hizo muy corto y agradable a decir verdad

-Bueno, pues vivo aquí, muchísimas gracias por acompañarme, no hacía falta-dijo Sara

-De nada, bueno, por si lo necesitas aquí tienes mi pirvada, para no crear rumores, por si necesitas mi ayuda- le dije dándole un pequeño papel a lo que ella lo aceptó, me sonrió y se dirigió hacia el interior de la casa.

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⏰ Última actualización: May 06, 2024 ⏰

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