Capítulo 12: Un hombre llamado paranoia

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Acostado en esa cama, miró al vacío. Había vuelto a suceder, aunque de manera diferente a como había sucedido antes. Un nuevo sueño precognitivo.

Subaru: [... pero... pero lo hice. Evité ponerme del lado malo de Beatrice-sensei. ¿Por qué... por qué pasó esto?]

Le temblaban las manos mientras los acontecimientos se repetían en su mente. El crujido de cadenas. La bola de metal gigante con púas, que él creía que había sido una estrella de la mañana. El sonido de su propio rostro cediendo. La brevedad de ese sonido había sido la única pizca de misericordia en toda esa experiencia.

Sus ojos se cerraron con fuerza sólo de pensar en ello. Las lágrimas brotaron de las comisuras de sus ojos.

Subaru: [No es algo único. Esto... ¿esto seguirá sucediendo? ¿Por qué? ¿Por qué está pasando esto? ¿Cómo está pasando? ¡Esto... esto es una locura!]

Estaba empezando a perder el control de su voz, estaba demasiado preocupado por sus pensamientos en espiral como para ser consciente.

Subaru: [Esa última vez fue bastante fácil de evitar. ¡¿Pero cómo diablos evito algo así?!]

Sin saber quién había estado empuñando la estrella de la mañana, descubrió que evitar el mismo destino era una tarea casi imposible.

Subaru: [Tiempo... ¿cuánto tiempo tengo...?]

Buscó su teléfono celular en su mesita de noche y comprobó la hora y la fecha. Entonces surgió un problema.

Subaru: [-- No sé qué día es. ¿Es este el día dos o tres? Ambos comenzaron de manera muy similar...]

Si bien la hora que aparecía en su teléfono móvil parecía bastante fiable, no estaba tan seguro de la fecha. Este mundo funcionaba con un sistema de calendario diferente al que había usado en su mundo, y no se había tomado el tiempo de correlacionar los meses del viejo mundo con los del nuevo.

Subaru: [¡Mierda! ¡¿Cuanto tiempo he perdido?! El acondicionamiento, las lecciones al aire libre... ¿he hecho algo de eso todavía?]

Se agarró el cabello con los puños, estresándose por haber aparentemente solo experimentado sus lecciones con Beatrice en sus sueños.

Subaru: [... si es el segundo día, entonces al menos tendré más tiempo para planificar, supongo. Pero ese sería tiempo que Beatrice-sensei no dedicaría a enseñarle. Se supone que me reuniré con ella después del desayuno... desayuno...]

La sola idea de estar en la misma habitación que cualquiera de los demás en la mansión lo aterrorizaba. Sin saber quién lo había matado en su sueño precognitivo, podría haber sido cualquiera de ellos.

Subaru: [-- por supuesto, también podría haber sido alguien de fuera de la mansión. ¿Un intruso, tal vez?]

Quería creer que era un intruso quien lo había matado en ese sueño. No podía entender ninguna razón de por qué Roswaal haría tal cosa. Sabía que Rem parecía desconfiar de él, pero no creía que pudiera extenderse hasta el punto de cometer un acto tan espantoso. Sabía poco sobre Ram, aparte del hecho de que ella siempre parecía estar cerca de su maestro.

Luego estaba Beatriz.

Subaru: [-- no pudo haber sido ella. ¡Eso no tendría ningún sentido! Encontramos comprensión, ¿verdad? Demonios, incluso parecía estar disfrutando de esa última lección. Entonces, ¿qué razón podría tener ella para hacerme daño? ¿Podría siquiera levantar algo tan pesado?]

Cuanto más pensaba en ello, menos sospechaba de su maestro de magia. En todo caso, ella parecía ser su única aliada en la mansión.

Subaru: [Hora... qué día... ¿qué día es? Beatrice-sensei lo sabría, ¿verdad?]

Eras un león para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora