18 LUCA

4.6K 217 3
                                    

—sí, estoy interesada —me susurra, pero sus no solo llegan a mis oídos, sus palabras me penetran la piel, la sangre y llegan directo a mis huesos.

No puedo pensar en otra cosa. Estaba a solo un segundo de cambiar el objeto de mi venganza, estaba pensado muy seriamente en buscar a su maldito padre y pegarle un tiro directo en la cabeza.
Estaba seguro de que Arya no estaba lista para mí. Pero acaba de tomar su decisión y la verdad es que es una muy agradable sorpresa.

—¿estás segura? —le pregunto aún en un estado de incredulidad.

Asiente, pero se que hay un "pero" oculto en su mirada. Lo confirmo cuando intenta apartar su mirada de la mía.

Uso mi mano para buscar su barbilla y no respiro hasta que vuelvo a tener sus ojos verdes y explosivos en los míos.

—¿Qué pasa dulzura? Puedes confiar en mí. —le digo y poco a poco siento que descansa por la manera en que su cuerpo se relaja.

Pienso que no dirá nada cuando abre la boca y lo dice. —tengo miedo. —y nunca había sentido una necesidad de proteger tan grande como ahora.
Pero la ignoro. O lo intento al menos.

—¿miedo a qué? ¿Ya has hecho esto antes no? —le pregunto sabiendo ya la respuesta. La investigué. Estoy listo para su negativa. No pensé muy bien en lo que sería trabajar con una virgen.

—se podría decir que sí. —responde y mando a la mierda mi jodida investigación. —no termino bien. —dice encogiéndose de hombros.

Entonces veo rojo.
Mucho rojo en mi futuro.

Frunzo el ceño y la mano que tengo dentro del bolsillo de mi pantalón se aprieta en un puño.

—¿podemos ir despacio? —me pregunta con los ojos brillosos. ¿Qué fue lo que termino mal? ¿Cuándo es que paso y porque no apareció eso en mi maldito informe? —quiero conocerte.

Sonrío. —paciencia e ir despacio son mi segundo nombre. —rio y ella también. Porque ambos sabemos que es mentira. —iremos tan despacio como tú lo necesites. Dulzura.

He notado que mi apodo la sonroja. Pero ahora es diferente. Es más profundo. Rojo vibrante.

—gracias, Luca. —suspira largo y profundo. —por traerme a casa, y por lo que hiciste, antes, en el antro.

—lo haré mil veces si es necesario. —le prometo. Cierro la distancia entre nosotros subiendo una mano a su nuca, y pegando mi frente con la suya.
Dándole tiempo de detenerme.

No lo hace.

No lo hace

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ARYA

No sé cual fue la fuerza que me impulsó a decirle que sí. Pero algo dentro de mi estaba muy cansado de huir, ya no quiero hacerlo más.
Además no es como si me pudiera resistir a él. Me ha llenado mucho más que los ojos. Es el objeto de mis deseos más carnales. Luca es todo lo que siempre quise, y tengo miedo pero también quiero vivir.

Dulce NO venganza (terminada) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora