Dulce NO venganza (terminada) ✔️

9 LUCA

Conduzco a toda velocidad, en medio de la madrugada. No hay suficiente tráfico por las calles de Los Ángeles. No uno que pueda detenerme.

Después de la cena, Aarón y yo nos pasamos por un club nocturno donde pague dos privados para qué me chuparán la polla hasta dejarme vacío.

Así que cuando llegue a mi departamento ubicado en la mejor zona de la ciudad y mire los cientos de mensajes de mi sistema de seguridad, diciendo que había movimiento dentro de mi oficina después del horario de trabajo, y me mandaron un video con mi asistente rondando por mi oficina... recordé que le dije que volvería por los informes de esos contratos antes de salir. Cosa que olvide.

Como también de ella me olvide.

De camino a la oficina revisé las grabaciones y resulta que me estaba esperando. Y para cuando quiso salir la puerta de mi oficina ya estaba cerrada. Claro porque yo me encargue de eso y al olvidarme de ella la dejé encerrada.

Así que aquí estoy presionando el botón que me lleva al último piso de BLAKE.

"Niña tonta"

Llego a mi oficina y Abro la puerta, pero antes de encender la luz escucho algo parecido a un gemido salir de su boca.

No pierdo el tiempo y me pongo de rodillas frente a ella.

La miro retorcer las piernas y respirar agitada.

"Esta gatita está teniendo un sueño caliente"

Debería despertarla y ver su cara de frustración al romper su momento, pero lo pienso mejor y me quedo observando su cuerpo. Apenas noto que tiene puesto mi saco de repuesto que guardo en el pequeño armario. Con un movimiento queda boca arriba en el sillón y el saco deja al descubierto sus grandes caderas, lástima que esté usando un pantalón.

Y entonces lo dice.

—Luca, por favor te necesito dentro.

"Maldita jodida sea... está soñando conmigo."

Me pregunto que tan pesado tendrá el sueño.

Es un riesgo que Justo ahora quiero correr.

—¿quieres correrte con mi polla dentro dulzura? —inclinándome, le susurro cerca del oído. Siento como se le eriza la piel. Pero no me alejo. Huele a puro deseo.

—sí, por favor quiero correrme. —esa maldita y dulce voz suena mejor cuando está en la cama. Mierda.

—entonces tómame dulzura. Abre tus piernas para mí. Y déjame llenarte ese coño apretado. —le susurro sorprendido de lo ronca que sale mi voz. Pero para mi sorpresa no solo en su sueño abre las piernas, sino que también las abre frente a mí, maldito pantalón, mañana le prohibiré usarlos.

Pero lo ase abre sus piernas para mí y yo quien soy para negarle el placer a una mujer... no importa que sea la hija de mi mayor enemigo, ¿verdad?

Me pica la mano por tocarla. Al fin de cuentas, esto está dentro de mis planes de venganza. Solo que ella no sabrá que lo hice fuera de su sueño. Pero si lo sentirá.

Mi mano encuentra lo caliente de su coño. Cubierto por su ropa pero completamente empapado. Incluso moja todos mis dedos.

Mierda. Esta pequeña grande chica está muy caliente.

Froto mis manos por todo lo largo de su entrepierna y como reacción arquea su espalda y abre un poco más las piernas.

La frotó tanto, se siente tan cerca del orgasmo

—se una buena chica y córrete para mí. —le digo y es tan malditamente obediente que lo hace.

Sus manos se aferran a la tela del sillón y su cabeza esta inclinada hacia atrás. Exclama el más dulce e hipnotizador sonido de sus labios. Me pone la polla dura al instante. A quien engaño la tenía dura desde que la oí gemir por primera vez. Solo que ahora está tan dura que podría romper una roca y estoy a punto de explotar.