ROX contra el mundo | Castiel CDM

Prologo

Cuando me mudé a la ciudad llegué apenas acabé mi segundo año de preparatoria, o como aquí en Amoris les gusta llamarlo "El instituto".

Entré a tercer año en el instituto local, Sweet Amoris. Ahí a comparación de mis diferentes experiencias siendo la nueva en diversos colegios fui bien recibida, todos eran amables y también ahí fue donde conocí a la que hasta ahora es mi mejor amiga, Phoebe Evans, y también a quien posteriormente se convirtió en mi problema personal: Castiel Veilmont.

Yo no conocía nada de la ciudad, cuando llegué las salidas con los amigos que iba haciendo me hicieron conocer muchas cosas de mi nuevo hogar, y una de ellas fue al enigmático Castiel, un chico pelirrojo y guitarrista. A pesar de que su generación había salido un año antes del instituto seguía siendo popular entre los alumnos del colegio.

Las chicas eran las más fascinadas con el, Phoebe y yo no encontrábamos porque la fascinación, he de admitir que sí que era un chico bastante atractivo pero fuera de ello no encontrábamos la razón para acosarlo, o hablar sobre él en nuestros ratos libres como hacían nuestras compañeras.

En pocas palabras: la vida de Castiel me daba completamente igual.

Tal vez es por ello que nadie —a excepción de Phoebe— conocía la razón por la que mi actitud hacia él cambió apenas un año después, tras mi graduación de Sweet Amoris para nadie fue un secreto saber lo mucho que aborrecía a Castiel.

Muchos lo atribuyeron a un corazón roto, un rechazo indignante o hasta problemas legales, los diferentes rumores sobre aquello me hacían reír y a Phoebe alucinar ante la imaginación de aquellas personas.

Y la razón de mi odio por él habría podido quedar en un secreto que solía incumbía a contadas personas, pero todo cambió cuando tres años después, en mi tercer año de universidad una persona volvió, una persona clave en aquel odio.

Su regreso hizo que todo cambiara.

Y de pronto todo lo que conocía cambió y sentí que era yo contra el mundo. Roxanne Zinone contra el mundo, o mejor dicho:

Rox contra el mundo.