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Estaba inquieta. Su pierna derecha no dejaba de ser movida por ella, trás verse consumida por la ansiedad.

Miro en todas las direcciones y las personas restantes se veían igual o peor que ella.

—Fluttershy! Ya puede ingresar a la consulta!

Se escuchó un afónico llamado por parte de la recepcionista de aquella sala del hospital.

Se puso de pie indispuesta siendo prácticamente arrastrada por su madre.

—Mamá ya te dije que no quiero ir. —dijo en modo de súplica y su madre suspiró.

—Hija, debes ser atendida...

—Pero no quiero. —la interrumpió y su madre negó.

Continuaron caminando por aquel pasillo y la chica al ver tantas puertas se sintió algo mareada.

—Espera aquí, iré a preguntar si el especialista vino el día de hoy. —Explicó su madre y comenzó a caminar de vuelta al sitio, donde antes yacían sentadas.

Era la oportunidad perfecta para escapar. No quería que la tratasen como si estuviera loca.

Ella no estaba loca.

Corrió con desesperación a lo largo del pasillo mientras miraba hacia atrás, su madre podría volver en cualquier momento, ya que no se encontraba tan lejos.

Cuando volteó su rostro para ver al frente fue demasiado tarde. Ya había chocado con alguien.

—Oh, lo siento mucho. —se disculpó alejándose del cuerpo ajeno e hizo una reverencia.

—No te preocupes, sólo no corras por los pasillos, es peligroso. —Habló una dulce voz y Fluttershy finalmente alzó la vista.

Se trataba de una joven doctora. Bien parecida y con una reluciente sonrisa.

—Supongo que te perdiste, no deberías estar por aquí, está es la sala de psicología. —Advirtió creyendo que Fluttershy no era más que una niña perdida, está asintió y decidió formar parte de esa falsedad.

—Fluttershy! Ven, es en esta puerta! —habló su madre y ella maldijo.

Se disculpó nuevamente y caminó hacia donde se encontraba su madre.

—Debemos esperar a que venga la Dra.Rainbow —Dijo calmada y la chica sintió nuevamente como la inquietud se apoderaba de su ser.

—Buenos días, disculpe, pero, está es mi consulta. —Habló la doctora que hace unos segundos había estado hablando con la pequeña chica de 17 años, dirigiéndose a la mujer.

—¿Es usted la Dra.Rainbow? —preguntó y la chica asintió.

—Si, soy yo. Mucho gusto. —habló y fluttershy se sintió horrible, descubriría que ella no estaba en el pasillo equivocado. —¿Qué se le ofrece?

—Vengo por su consulta, mi hija Fluttershy, necesita ser atendida. —Esas palabras resonaron en la cabeza de Rainbow.

—Ahh, bueno, adelante. —Dijo algo desconcertada y abrió la puerta dejándolas pasar.

Tomó asiento en su buró, y fluttershy y su madre se sentaron enfrente.

—¿Viene por una pequeña revisión o un caso en especial? —cuestionó y la mujer le entrego los documentos de su hija.

Aquellos donde se encontraba un diagnóstico demasiado cargado.

Observó el nombre de la enfermedad y sus manos temblaron un poco.

¿Esto era una broma verdad?

No, definitivamente eso no podría ser cierto.

Está niña de apenas 17 años, ¿Tenía esquizofrenia?

Trago con fuerza y luego miró en dirección a la chica. Está estaba avergonzada mirando hacia el suelo mientras jugaba con las mangas de su suéter.

—bien, esto es delicado. —logro decir— aún debo leer el diagnostico completo, pero por ahora solo procederé a realizarle un par de pruebas. —explico y la mujer asintió.

Suspiro y se concentró.

Era una doctora, debía estar, preparada para este tipo de situaciones... Quisiera o no.

—Mañana regresen a la misma hora. Sólo que usted no podrá estar con ella, debe dejarla sólo conmigo así podré hacer las observaciones más detalladas. —Argumentó de forma profesional.

—Esta bien doctora, no se preocupe. Vamos, Fluttershy. —llamó a la chica y está trás largar un suspiro y mirar a Rainbow con tristeza, se dio vuelta y comenzó a caminar al lado de su progenitora.

Rainbow liberó aire y masajeó su sien.

No podía soportar algo así.

Entró nuevamente a su consulta y se sentó desganada.

Observó el techo y se hizo la nota mental de que al llegar a casa debía revisar completa y detalladamente la información que contenían aquellos documentos que le habían sido entregados, anteriormente.

Sin dudas este caso sería agotador. Apenas lo recibió hoy y ya se había convertido en un dolor de cabeza insoportable. Era algo poco creíble, pero era cierto.

Encima también tendría que estudiar a la perfección cada comportamiento de la chica. Ya que su enfermedad era un trastorno progresivo y contundente.

—¿Qué es lo que escondes? Fluttershy...

Habló para el aire y luego largó un suspiro.

(...)

—Mamá, no quiero volver allí...

Dijo con lágrimas en los ojos y él corazón de su madre se destrozó.

Su familia estaba acabada.

Su esposo había sido asesinado y ahora su hija sufría de esquizofrenia...

No tenía de quien recibir ayuda...Estaba sola... Por eso debía encargarse de hacer que la situación mental de su hija mejorase.

Era eso...O...Nada.







Life | Flutterdash | G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora