Capítulo 2

6 2 0
                                    

No podía ser tan guapo.

Estaba con los demás chicos sentado en el chill out de Liv, tenía ­a un cubata en la mano y no paraba de reír con los comentarios que soltaban sus amigos. El soltaba alguno que otro, provocando risas entre ellos.

- ¿Te gusta, no? - dijo una voz femenina detrás de mi haciendo que casi se me cayera el cóctel. Era Sophia.

- Joder, que susto. - respondí­.

- ¿Por mi aparición repentina o por preguntarte por ese señorito? - señalo directamente a Damian y mi pulso se aceleró como nunca.

Volví a beber de mi coctel.

Respira y expira, Maia.

Eso intento.

- Claramente te gusta. - se respondí­o Sophia a sí misma cuando me vio claramente alterada.

- No es que me guste, es muy atractivo. - murmure mientras lo seguí­a mirando desde la distancia. No me podí­a sacar su sonrisa de la cabeza.

- Lánzate , adelante. No tiene chica. - dijo Sophia.

¿Como tremendo hombre no tenía chica?

Dios santo, pero si es el cielo servido en bandeja.

- No nos conocemos. - murmure.

- Lo podríais hacer. - dijo con una sonrisa pí­cara.

- Pero es que - murmure. El era tan guapo y yo pues, solo era una más.

- Es que nada, vamos. - dijo mientras nos dirigimos hacía donde se encontraban todos.

Me senté al lado de Sophia, en un sofá de dos. Teniendolo a el en frente. Me quedé mirándolo y el a mi­.

No aparte mi mirada de la de el.

El tampoco lo hizo.

- ¿Habéis traído bañador, verdad? - apareció Liv con un cóctel en la mano. Esto hizo que desconectamos miradas y el bebiera de su cubata algo incómodo.

Joder Livvie, para una vez que conseguimos algo.

Todo el mundo asintió.

- Os recuerdo que mi piscina esta climatizada eh. - exclamó Liv.

- No se hable más - gritó Jackson, se levanto y se quito la ropa, fue corriendo hasta la piscina tirandose de cabeza.

Todo el mundo se empezó a reír.

- ¿A qué esperáis - gritó.

Vi como Alex se tiraba la piscina incluso con ropa y empezaba gritar desde que estaba dentro de ella.

- Yo me voy a poner el bañador. - murmuró levantándome.

- Yo igual, lo tengo en la mochila que traje. - dijo Damian.

- Pues os esperamos aquí­. - dijo Nikki mientras se recostaba en uno de los sillones del chill out.

Damian empezó a caminar hacia la casa. Le eche una mirada a Sophia y ella me transmitió ánimos desde lejos.

Suspiré hondo y empecé a andar.

Cuando entre en el interior lo vi agachado buscando en su mochila el bañador. Cuando lo encontró, se levantó y nos volvimos a encontrar con la mirada.

- ¿Sabes dónde me puedo poner el bañador ? - murmuró el tocándose el pelo.

- Um, puedes ir al baño. - murmure jugando con mis dedos, de repente sentía­ que el escote era demasiado grande. - está al lado de la cocina.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La teoría de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora