Multiverso de personajes rotos

Capítulo 6 - Negociación de la dote

Capítulo 6 - Negociación de la dote

"¿Cómo?"

"Eso depende de Kyoka, estoy dispuesto a cumplir con todo lo que ella quiera". Kenjiki desvió la mirada y miró a la confundida Kyoka.

Todos siguieron su mirada para ver a la chica inquieta que estaba confundida y avergonzada al mismo tiempo. Todo esto fue causado por los cambios repentinos de comportamiento de sus padres y la frase "asumir la responsabilidad de ella".

Sin saber qué decir, Kyoka miró la expresión insegura de su madre. Al notar la mirada de su hija, asintió como dándole la oportunidad.

"¿Puedo vivir con él?" Las palabras de Kyoka hicieron que sus padres enviaran mensajes a sus templos, porque casi esperaban que surgiera esta situación.

"Chica, ¿estás segura de que es tu sangre de vampiro la que afecta tus emociones? Cada vampiro que proviene de su sangre se siente naturalmente atraído por él, sin importar si lo odiaron anteriormente o no". Ei caminó hacia el lado de Kyoka y aparentemente dibujó algo en su frente.

Sus padres se sorprendieron al ver que la mujer de cabello violeta apareció repentinamente detrás de ellos cuando la última vez que parpadearon todavía estaba lejos.

Querían detenerla, pero Nagant los detuvo y los calmó diciéndoles que lo que hizo Ei fue solo para aclarar un poco la mente de su hija.

Al mismo tiempo, el dibujo brillaba mientras los ojos de Kyoka cambiaban de color a violeta con un símbolo en el medio de sus ojos.

"¿Qué deseas?" Ei le preguntó a Kyoka con la cara inexpresiva.

"Yo... quiero quedarme a su lado." En el momento en que dijo eso, sus ojos recuperaron su color original.

Un dicho.

Kenjiki, por otro lado, estaba sonriendo, ya que era uno de los raros momentos en los que una mujer realmente quería ir con él, y en lugar de acercarse a él sólo para satisfacer sus necesidades.

Mientras la mujer que trajo se encogía de hombros al ver el resultado.

Pero los padres de Kyoka eran diferentes, porque no entendían lo que Ei le había hecho a su hija y por qué importaría.

Al ver su confusión.

"Es una habilidad suya, donde podía 'ver' a través de cualquier cosa. Como la manipulación mental, la ilusión y los tejidos de la realidad misma. También podría usar esa habilidad con otras personas". Nagant explicó a pesar de que la pareja aparentemente no le creyó.

Aun así, no pudieron hacer nada para rechazar lo que su hija había dicho cuando los miraba con ojos suplicantes.

No tuvieron más remedio que estar de acuerdo con las palabras de su hija.

Lo que siguió después fue que el padre exigió que se cumplieran numerosos requisitos.

[Kyoka tenía que visitarlos una vez por semana - Innegociable]

[A Kenjiki no se le permite poner sus manos sobre ella - Innegociable]

[Tienen que ver dónde vivirá su hija - Innegociable]

Aparte de esos tres requisitos importantes, también pidió algunas exigencias insignificantes como 'Kyoka debe comer tres veces al día, una menos para volver a casa'.

"Esas cosas son naturalmente fáciles de hacer". Dijo Kenjiki, mientras se reía al ver a un padre haciendo todo lo posible para evitar que su hija se fuera de casa.

"Entonces no te retractes de tus palabras o de lo contrario a Kyoka no se le permitirá conocerte". El padre se sintió raro todo el tiempo que estuvieron hablando, porque sentía que estaba hablando con alguien de su misma edad o mayor con lo tranquilo que Kenjiki estaba respondiendo a sus demandas.

"Entonces, con eso arreglado. ¿Qué tal si volvemos al estadio?" Dijo Nagant, notando que la negociación de la dote había terminado.

Con eso, todos abandonaron el estanque rumbo al estadio, excepto Kenjiki y Kyoka quienes tuvieron que ir a su vestuario y prepararse para el torneo.

Mientras tanto, el grupo de adultos se había ido a sentar a los asientos vacíos.

"¿Alguien ha venido a buscarte?" Nagant le preguntó al padre sin molestarse en mirarlo.

"Había gente que decía que venían del gobierno". El padre estaba visiblemente tenso al oírla hablar. "Nos dijeron que hay un error con la peculiaridad de Kyoka en su base de datos".

Luego, el padre continuó recordando el pasado en el que un grupo de personas diferentes que decían venir del gobierno llegaron a su casa.

La mayoría de ellos querían investigar el drástico desarrollo de su peculiaridad. Pero Nagant ya le advirtió sobre tal situación y le dijo que dijera: "Hemos enviado toda la información relevante al gobierno" o algo por el estilo.

Ei, que había estado al lado escuchando su conversación, tenía los oídos alerta.

"¿Ustedes se conocían?" Ei preguntó con cara de desconcierto. "¿Estás tramando algo detrás del Maestro?"

"Sí somos." Nagant respondió casualmente a su pregunta. "No soy como ustedes que sólo saben chupar. Cuando están ocupados durmiendo, yo andaba atando cabos sueltos que podrían mordernos la espalda más tarde".

"Eso es muy noble de tu parte. ¿Pero estás seguro de que quieres hacer eso? Su principal objetivo al vivir esta nueva vida era disfrutar la vida, si es demasiado tranquila, ¿qué más hay para disfrutar?" Ei rió disimuladamente.

Nagant simplemente ignoró esa frase suya y continuó preguntando sobre la situación de la Casa Jiro desde entonces.

La pareja notó el aire tenso entre ambos y fingió no verlo, porque sabían lo notoria que era la mujer que tenían frente a ellos.

"También se están cometiendo numerosos delitos cerca de nuestra casa, hasta el punto de que la casa de al lado explotó". Dijo el padre al notar el ceño fruncido en el rostro de Nagant.

"Probablemente sea él, con un 'peculiar' como tu hija, es inevitable que venga". Nagant recordó al hombre de aspecto deforme con el que habían luchado.

--| Estadio |--

"¡Muy bien! Reúnanse. Haremos un sorteo para determinar el grupo, y como solo hay 14 personas aquí, habrá 2 personas que obtendrán una partida gratis". Gritó Medianoche, mientras sacaba una caja.

Uno por uno caminaron hasta el podio y eligieron una pelota, y en un instante todos obtuvieron su pelota.

"¿Quién es el número 1 y 14?" Medianoche gritó.

"A mí."

"¡M-Yo!"

Casualmente, quien consiguió la pelea gratis fue Kyoka, que estaba sonriendo. El otro era el chico de pelo verde que Kenjiki conocía como Midoriya, el rompehuesos.