II

373 37 45
                                    

Pasó varios minutos intentando asimilar lo que sucedía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasó varios minutos intentando asimilar lo que sucedía. Aunque la respuesta estaba delante de él.

JungKook admiraba su estado de confusión con una sonrisa divertida, aún sentado en su silla. El peli azul no sabía qué decir, estaba demasiado sorprendido para decir algo, pero tampoco quería seguir en aquel inquietante silencio, porque sabía que el menor no iba a hablar hasta que él lo hiciera.

—¿Cómo...? —la pregunta quedó en el aire cuando las carcajadas del pelinegro fueron audibles para él.

—En serio, juro que no sabía que vendrías —dramatizó, haciendo como que limpiaba lágrimas de sus ojos por la risa y volvió su mirada a TaeHyung—. Esto es muy loco, ¿no viste quién era el dueño de la empresa a la que aplicarías para trabajar? —preguntó. Pensaba que era algo lógico y no le molestaba, solo le divertía ver al contrario tan sorprendido.

—¿Y tú no revisas los curriculums de las personas que contratas? —contraatacó con diversión.

—En mi defensa, YongSun es muy buena en su trabajo y confío en su opinión —se cruzó de brazos.

Los músculos de TaeHyung dejaron de sentirse tensos, y es que la simple idea de todo lo que estaba pasando era una locura: primero el encuentro en el supermercado y ahora esto. De alguna forma, él y JungKook terminaban encontrándose en donde sea, no se quejaba para nada, después de todo siempre terminaban en situaciones graciosas.

—Iré a echar a todos, así podremos charlar con más tranquilidad —le guiñó un ojo. Se levantó de su lugar, para luego caminar hacia la puerta y cerrarla detrás suyo apenas salió.

No le despegó la mirada ni un segundo hasta que desapareció de su vista; era hipnotizante. Sacudió la cabeza intentando alejar cualquier pensamiento fuera de lugar y se levantó de su lugar para recorrer la oficina. El espacio era muy limpio, estaba organizado y la simetría de color era hermosa. No era colorido, pero aquello le daba un toque elegante. Nunca se hubiera imaginado que aquel chico fuera dueño de una empresa tan importante e incluso se sintió estúpido por no darse cuenta. Atribuía su despiste a que prácticamente no conocía mucho de ese mundo.

Caminó esta vez hasta el gran ventanal que daba una vista casi panorámica de la ciudad. Era precioso, tenía la sensación que de noche se vería mucho más mágico. Algún día, quizás, podría admirar esa vista. Probablemente, si se lo pedía a JungKook este aceptaría y terminaría mostrándoselo ese mismo día, pero por ahora no le diría nada. Inevitablemente, pensar en él provocaba que sus ganas de volver a probar sus labios aumentaran. Ese chico le había hecho un embrujo, no podía ser que, luego de una vez, se hubiera vuelto adicto a sus besos. Estaba seguro de que aquella noche, si hubieran estado en un lugar más privado, todo habría escalado a más. Pensarlo solo lo ponía ansioso, porque ni siquiera sabía si el pelinegro pensaba lo mismo.

—¿Por qué tan perdido? —se sobresaltó cuando sintió unas manos recorrer sus hombros con lentitud. Aquel contacto le provocó un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo. Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera lo escuchó entrar a la oficina. TaeHyung se volteó para encarar a JungKook quien lo miraba con una sonrisa dulce.

Love in the depths ² |TaeKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora