Victoria llegó al dojo, con esperanza de que Valentina no estuviera ahí, pero como era su entonces novia, tenía las llaves del dojo, entonces porque no estaría ahí
Cuando Victoria entró, y se encontró con ella en el sillón, comiendo su helado favorito, viendo si tuviera 30, su película favorita.
Victoria de acercó para saludar, le iba a dar un beso como siempre, la costumbre.
Cuando llegó con Valentina, la rubia la abrazo por la espalda, y luego le iba a dar un beso, el cual la pelinegra rechazó.
M: Puñeta' porque rechazas mi beso, eres mi novia.
V:Primero hola, segundo, yo ya no soy tu novia desde que salieron esas fotos tuyas con esa modelito.
M:Mami, déjame explicarte mejor la situación.
V: Explícame, quiero ver si así entiendo la situación de que nos íbamos a casar y te encontraron besando a otra. Cuando nos íbamos a casar.
M:No, esa chica y yo no somos nada, a mi me gustas tu.
V:Mhm, sabes que Victoria.
A Victoria esto se le hizo raro, por qué la estaría llamando así, lo cual hizo que esa misma frinciera el ceño en forma de desagrado y preguntar.
M:Pero?... Tu nunca me llamás así.
V:Pero, así es como tú te llama' ¿No?
M:Si, pero tu solo me decías amor o Vicky...
V:Pues ya vez que no, hoy no.
M:Bien, lo entiendo.
V:Para que tú sigas con tu soltería alegre, dándole besos a cualquier mujer que se te pase por la calle, hasta acá la dejamos y listo.
M:Pero yo si quiero seguir.....
V: Pero no esta bien para ninguna de las dos.
M:Por favor Val, enserio, déjame arreglar las cosas.
V:No victoria, terminamos.
Aquellas palabras de la pelinegra eran las que más esperaba Victoria, ya sabía lo que iba a suceder.
La pelinegra salió corriendo de el dojo hacia su carro, Victoria corría para intentar alcanzarla, pero le era imposible.
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