¿Me querías?

10 2 9
                                    

En esta historia, Wanda no es eliminada por el blip, y una noche antes de viajar al pasado, Natasha debe compartir habitación con ella aunque ambas compartieran una relación que terminó tiempo atrás.

En una esquina de su antigua habitación se encuentran recluidas, como dos sombras que se resisten a encontrarse. Han transcurrido cinco años desde que se vieron por última vez y mucho más desde que compartieron una cama. Tony las había enviado a descansar a su cuarto dentro del complejo, con la esperanza de que al día siguiente pudieran llevar a cabo su operación de traer a todos de vuelta.

La pelirroja original avanza al interior de la habitación mientras se despoja de su camiseta. "Puedes ocupar la cama, dormiré en el suelo."

Wanda la observa todavía sin inmutarse, nota los hematomas en su espalda, pero es incapaz de articular palabra.

"También está la opción que duermas en el marco de la puerta, pero dudo que eso sea más cómodo." Dice mientras tira una almohada al suelo.

"No te dejare dormir en el suelo, esta es tu habitación." Wanda recoge la almohada y se la entrega.

"No he dormido aquí como en seis meses". Confiesa con un suspiro, pero no la mira y en su lugar se dirige a su cama.

"Mentirosa." Wanda la acusa con un matiz de complicidad por primera vez en la noche. Natasha sonríe de medio lado en respuesta, pero no responde.

Ambas se recuestan en una esquina opuesta de la cama aun con la ropa puesta. El silencio se instala entre ellas, pesado y cargado de preguntas no formuladas y resentimientos nunca expresados. "¿Crees que lo logremos?" Wanda rompe el silencio, su voz es apenas un susurro en la penumbra de la habitación.

"Necesito creer que si" Responde Natasha con un tono que denota una mezcla de tristeza y desesperación. "Porque no sé qué otra cosa hacer", añade sus palabras resonando en el aire como un eco de incertidumbre.

"Nada me lo traerá de vuelta" murmura Wanda con la voz ahogada por el peso del dolor. Cuando Natasha se da la vuelta, su rostro ya está empañado de lágrimas, reflejando su amargura hacia su perdida irremediable y eso hace que a Natasha se le rompa un poco más el corazón. "Él quería que lo hiciera, pero, aun así, su sacrificio no sirvió de nada."

"No podías saberlo y tampoco podrías haberlo vencido tu sola." Responde tratando de encontrar consuelo en sus propias palabras.

"No, si podía. Pero en su lugar, me paralice y permití que me derrotara." Sus sollozos cubrían toda la habitación. Los ojos de Natasha vagan por la habitación, buscando desesperadamente como zafarse de la situación. Ella no es experta en consolar a otras personas, ni en brindar consejos alentadores. Clint era la única persona para la que tenía las palabras precisas, y el correspondía de la misma manera.

Wanda siempre fue completamente diferente, pero compartían un pasado marcado por la violencia, moldeadas de formas horribles y ambas siendo condicionadas por hombres que las usaban como armas, no como personas. Por eso, cuando Wanda fue nombrada vengadora la confianza entre ellas surgió de forma casi natural y Natasha llego a abrirse tanto con ella como no lo había hecho desde Clint.

Por ello no fue sorpresa para nadie que de la noche a la mañana cambiara su dinámica de mentor a alumno a amantes. Pero todo cambio cuando Visión entro a su vida en el momento en que Wanda fue considerada una amenaza después de los eventos de Sokovia teniendo que ser aprisionada, mientras ella enamoraba de él y para después de la pelea en Alemania dejaron de verse indefinidamente.

Natasha siente su corazón se resquebraja mientras ve como Wanda llora por el hombre que le quito sus esperanzas de ser feliz con ella. Sin embargo, en medio de su propio dolor recuerda los pañuelos que guarda en su baño, una pequeña tregua ante la desesperación y una forma de escaparse de la situación. Pero antes de que pueda moverse, Wanda aferra su mano con firmeza.

De Brujas y Viudas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora