YOONGI
Todavía estoy sonriendo después de dejar a Jimin en la entrada de su casa. No volví a besarlo. No porque no quisiera hacerlo, sino porque vi sus dudas en su mirada.
Pero prefiero la duda que el enojo.
Lo besé, me besó, nos besamos. Lo que significa que no le soy indiferente, que se siente afectado por mi como yo por él.
Su boca es lo más dulce que he probado y encaja tan bien con la mía que es como un sueño, uno que no se parece en nada a los que he tenido antes.
—Me encanta esa sonrisa —dice mi madre mientras atravieso el salón y ella está saliendo de la cocina.
Mis padres rara vez llegan tarde a casa, pero esta noche no aparecieron mientras Jimin estaba aquí. Lo que es bueno porque entonces, Jimin se habría asustado y los besos que le di en mi habitación no hubieran sucedido.
—Hola, mamá. —Le saludo con un beso en la mejilla sin dejar de sonreír. —Estoy contento.
—¿Tiene algo que ver con ese chico que estuvo aquí esta tarde? Jin dijo que trajiste a un amigo.
Jin es el encargado de la seguridad de la casa. Verifica quien entra y quien sale, aunque no hay un gran protocolo de seguridad y es solo para mantener a los fisgones fuera. Como periodistas en busca de un artículo sobre las obras de beneficencia de mi madre o la nueva empresa que ha absorbido el conglomerado de mi padre.
—Ese era Jimin —respondo. Ella ha oído su nombre innumerables veces. —Estuvo aquí para terminar nuestro proyecto de A.T porque mi computadora portátil se rompió por accidente y tuvimos que usar la de mi habitación.
—Porque las de la biblioteca en el campus no servían ¿cierto?
Me rio porque mi madre es astuta y no se cree mucho eso de que venimos solamente a estudiar.
—Ummm. Quería que conociera la casa y pasar tiempo juntos fuera de la universidad.
La sonrisa de mi madre es igual a la mía. Eso es lo que dice mi padre, así que supongo que la alegría en sus ojos en este momento refleja la que siento dentro.
—Eso significa que ha dejado sus reservas contigo. Me alegra mucho.
No la corrijo porque no sabría cómo responder. No sé si Jimin ha dejado sus reservas conmigo, como dice mi mamá. Solo sé que me dejó besarlo y me ha dejado llevarlo en mi moto dos veces. Que parece que he descubierto una manera de hacer que no discuta conmigo.
—Espero que lo lleves contigo a la fiesta —dice mi madre. Me besa en la frente y sale en dirección a las escaleras, acariciando algunos retratos en las paredes a su paso.
Quisiera invitar a Jimin a la fiesta, aunque no sé si querrá ir. No creo que se sienta cómodo con la gente a la que tanto evita o siquiera si quisiese ir conmigo. Las beneficencias de mi madre son solo una parte de su trabajo, pero la más importante para ella. Trabajar con mi padre es lo que más ocupa su tiempo, pero los proyectos altruistas que administra siempre encuentran un espacio en su agenda.
Estoy seguro de que a Jimin le encantaría conocer esa parte de mi familia, las cosas que mi mamá hace, su historia, pero no le encantará mucho ver a una manada de gente rica caminando en la punta de los pies, bebiendo vino, hablando de sus caros viajes, su nuevo auto o su nueva casa. A mí, definitivamente no me gusta, aunque sea uno de ellos. Odio la gente superficial que se cree mejor que los demás, la gente que piensa que tiene derecho a lo que sea solamente porque tienen dinero, los que tienen la equivocada convicción de que el dinero compra felicidad.
Así que no estoy muy seguro de qué hacer.
Invitar a Jimin podría ir de muchas maneras. Desde que me insulte y me diga que estoy loco para después darse la vuelta e ignorarme, hasta que diga que sí y luego se sienta miserable y arrepentido. No quiero ninguna de esas posibilidades. Después de besarlo esta tarde, podría incluso poner una barrera de concreto reforzado entre él y yo para siempre.
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El estatus del amor #1 |YM|
FanfictionJimin tiene una beca para ir a la universidad mientras que Yoongi tiene más dinero del que podría desear. Ellos se gustan y Yoongi no tiene problema en decirlo. Sin embargo, Jimin lucha contra el prejuicio. No todos los niños ricos son iguales y no...