𝟬𝟱

129 15 8
                                    

George estaba odiando tener que quedarse después de la escuela para limpiar las aulas.

Tan sólo habían pasado 3 días, y ya estaba cansado de las idioteces de Dream. Siempre tan engreído.

No le gustaba hacer el aseo, y prefería ver su celular, si el conserje no pasaba a revisar que estuvieran haciendo el aseo, no ayudaba.

Estaba más entretenido platicado con su amigo Sapnap, mientras George lo miraba, fulminandolo.

Si los ojos mataran, George ya lo abría hecho hace días.

Al terminar la primera semana de su castigo, George termino cansado.

Al llegar a casa solo quería descansar, pero claro, tenía ciertas obligaciones y responsabilidades que no podía solo ignorar.

En vez de tirarse a su cama como lo deseaba, tuvo que limpiar también la casa; pues sus padres no se molestaban ni arreglar su cama.

Y pobre de George donde no lo hiciera y su madre llegará enojada y con hambre a la casa.

Cuando terminó de limpiar, subió a su habitación para terminar la tarea que le habían dejado, pues al día siguiente saldría desde muy temprano.

Algunos sábados solía tener clases extras, y aunque fueran dos horas, solía aburrirse, pues no solía hablar con nadie de ahí.

Revisó que tareas tenía, para su propia suerte, eran pocas.

Así que sin más, saco sus cuadernos y lapiceros y empezó a trabajar.

.

Escuchó pasos por la casa, lo que significaba que sus padres ya habían llegado del trabajo.

Pauso su música y bajo las escaleras, su padre estaba en dejando las cosas en desayunador, mientras su madre iba al baño.

—Buenas noches, George ¿qué tal tu día? —

—Bien, pudo haber sido mejor sino tuviera que limpiar en la escuela. —

El mayor camino hacia George, terminando de dejar las cosas sobre el desayunador.

—Sé que no te gusta, pero sentimos que era la mejor decisión. Anda, mejor hagamos la cena juntos, ¿te parece? —

—Bien.—

Pasar tiempo con su padre no fue tan malo después de todo.

ʿ 🐇 ꜝꜞ

George se levantó temprano al día siguiente, a las 5:30 de la mañana ha estaba arriba.

Se baño y empezó a escoger su ropa, pues su madre tenía que aprobarla, de lo contrario se tendría que volver a cambiar.

Alistó sus cosas (las que eran pocas) y bajo hacia la cocina, donde su madre preparaba el desayuno.

—¿Me vendrás a recojer después de clases o vendré solo? —

—Te tocará venir solo a casa de regreso, estaré muy ocupada desde hoy. —

George tarareo en respuesta, caminando para a alistar la mesa para desayunar.

Cuando terminó de alistar la mesa, su madre le pidió ayuda para llevar los platos con comida ya servida.

Se sentó a comer, esperando que su padre bajará y desayunara junto a él y su madre.

Pronto se metió en pedazo de comida en su boca.

—A todo esto, George—.Hablo su madre—.¿Qué son esos trapos que tienes puestos? —

—¿No te gustan? —

—¿No? Pero sólo por esta vez lo dejaré pasar porque ya es tarde, a la próxima no vas. —

—Ya no regañes a George, que se ponga lo que a él le guste. —

Su madre solo vio con mala cara a su esposo, quien tampoco apartó la mirada.

George solo los ignoro mientras seguía comiendo.

Su madre no es que fuera mala, solo que era..., algo difícil de manejar.

Mientras que su padre con el tiempo aprendió a abrir su mente, su madre seguía con el mismo pensamiento de épocas atrás.

.

—Te portas bien y prestas atención. —

—Siempre lo hago, mamá. —

George bajo del carro de sus padres para esperar a que las clases empezarán.

Solía llegar 5 o 10 minutos antes de que empezarán las clases, pues su maestra solía ser bastante puntual.

Después de unos minutos llegó el niño que solía sentarse frente a él, nunca le inspiró confianza.

Bueno, no es que no le inspirará confianza, solo que era algo raro.

El chico solía susurrar cosas mientras lo miraba sin ser nada disimulado.

Los amigos del chico solían persuadirlo cuando este estaba detrás de George, el castaño solo lo miraba con mala cara.

Y ese día no fue la excepción.

Cuando se sentó en su lugar, el chico frente de él rápidamente empezó a ser molestado por sus amigos.

𝘙𝘢𝘵𝘪𝘵𝘰𝘴.

.

Al final del las clases, George estaba por salir del lugar, hasta que le hablaron.

—Disculpa, ¿cuál es tu nombre? —

—¿Uh, me hablas a mí?—pregunto George.

—Sí.—

—Mi nombre es George, y si no te molesta, tengo que irme, adiós. —

George no dejó que le respondieran, se dio la vuelta y se marchó.

Los amigos del chico se acercaron a él y tocaron su hombro.

—¿Seguro que te gusta ese chico? —

—Me habló. —

Sí, 𝘳𝘢𝘳𝘪𝘵𝘰.

ʿꜝꜞ🐇 ꜝꜞ

Hola (saquenme d básico, de las 3 clases particulares q tengo, y arreglen el Gobierno jodido d mi país q parece Venezuela quitando la luz por casi 3 días 🥰).

𝗟𝗲𝗼𝗻𝗼𝗿! 🧠

❛❛ ¡𝗪𝗵𝗮𝘁 𝗖𝗵𝗮𝗻𝗴𝗲𝗱; ❜❜ DnfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora