📖INTRODUCCIÓN: ... ¿POR QUÉ NO LEI EL P*NCHE LIBRO ANTES?📖

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-¡¡MI SEÑORA!!.... ¡¡SU ESPOSO!!..... El señor.... No... No lo logro- Entró un sirviente corriendo a la habitación.

Tu que te quedaste en shock ante la trágica noticia... No podías creer, lo que te acaban de decir, la última vez que viste a tu amado esposo estaba tan lleno de vida y con una sonrisa amable prometió que volvería contigo, justo a tiempo para conocer al pequeño que en ese entonces crecía en tu vientre.

Pero, estabas despierta de madrugada, iluminada solo con la luz de una vela esperando por nuevas noticias de tu esposo, ya que lo último que supiste fue que estaba herido de muerte y luchando por sobrevivir, estabas con tu bebé de apenas un año en brazos bien dormido y cómodo, ignorante de que su padre ha muerto y que la promesa que hizo una vez jamás se hará realidad.

-Majestad el ejército enemigo y su rey estarán en la capital en cuestión de minutos- Siguió hablando el sirviente asustado -¿Qu.. Qué hacemos majestad? ¿Esperamos sus órdenes?-

-......................................................... Huyan............. Todos huyan- Dijiste como un susurro mientras sentías todo tu cuerpo temblar.

-... ¿Qué?- Balbuceo el sirviente incrédulo

-Y.. Yo digo que todos huyan ...- Dijiste ya con voz temblorosa empezando a hiperventilar y a sentir su cuerpo ser carcomido por una comezón inmensa, era como si estuviera por colapsar, pero aun sostenían con fuerza a su bebe.

-Ma.. Majestad... Esperamos otra clase de orden,,,- Trato de hablar el sirviente sin creer lo que acabas de decir.

-¡¿QUE TIPO DE ORDEN ESPERABAS?!- Dijiste alterada y asustada, cosa que despertó al bebé dormido que empezó a llorar con fuerza

-¿Instrucciones para el siguiente combate? O eso es lo que esperan los ministros fuera de la habitación- Comentó el sirviente ignorando los gritos del bebé

-..................... ¿Con qué ejército? Si todos los soldados fueron a esa batalla ¿Con que generales? Si todos los generales están muertos ¡¿CON QUÉ EXPERIENCIA QUIERES QUE MANDE?! ¡¡USTEDES SI ME ESCUCHAN!! ¡¿QUÉ DIABLOS ESPERAN DE MÍ? ¡¿UN MILAGRO?! ¡¡NI SIQUIERA TENGO MAGIA!! ¡¡USTEDES CAUSARON ESTA GUERRA EN PRIMER LUGAR Y AHORA SU LÍDER ESTÁ MUERTO!!- Triste y enojada gritaste a todo pulmón, tan fuerte que no solo escucharon los ministros afuera de tu habitación, casi todo el palacio pudo oírte.

-¡Pero mi señora!... ¡Ahora es usted quien debe seguir adelante, no puede dejar que le gane el ejército enemigo! ¡Piense en su bebé!- Exclamó ahora un ministro acompañado por el resto que se permite la osadía de entrar en tus habitaciones privadas.

-............................. Son unos desalmados, me dicen que mi esposo murió y al momento quieren que actue como una comandante experta cuando nunca tuve experiencia ¿Se escuchan ahora mismo? Es como pedirle al perro que vuele..... Largo...- Dijiste tratando de mantener la poca compostura que te queda

-Mi señora, tal vez podría...-

-¡¡DIJE QUE LARGO!! ¡¡FUERA!! ¡¡OBEDEZCAN Y DÉJENME LLEVAR MI LUTO SOLA CON MI BEBÉ!! ¡¡Y HUYAN COMO LES ORDENE, YA QUE SERÁ LA ÚNICA PIEDAD QUE LES TENDRÉ!!- Gritaste furiosa perdiendo los estribos, interrumpiendo al ministro que intentaba persuadirte de que siguieran luchando.

Los ministros no les quedó de otra que obedecer y dejarte sola para que pudieras calmar a tu bebe, asi como llorar a tu esposo muerto, mas no iban a huir aun, ya que no querían aceptar la derrota de una guerra que ellos mismo iniciaron.

Tu dejaste a tu bebé en la cuna y te desplomarse de rodillas para llorar a todo pulmón por este cruel destino que le toco a tu pequeña familia, fue entonces que entre los recuerdos de los pocos momentos felices que compartiste con tu marido que otros recuerdos se colaron, recuerdos de otro tiempo, otro lugar, eventos que jamas viviste pero aun asi estan en tu cabeza.

Recuerdos de tu otro vida como novelista frustrada, lectora empedernida y asalariado de librería vinieron a ti de golpe, esta gracias al shock de perder a tu esposo de manera tan traumática así como la imposición de tus ministros de que tomarás la responsabilidad y arreglaras este problema, ahi te diste cuenta de lo que está pasando...

-Un isekai... Estoy viviendo la última novela que leí...- Dijiste aun mas sorprendida y en estado de shock que antes, pero los sollozos desesperados de tu bebé te regresaron de vuelta a la realidad -... Lo siento bebé... Mamá lo siente mucho... Si hubiera recuperado los recuerdos de mi anterior vida a tiempo... Tal vez... Tal vez...-

Seguiste disculpándote entre sollozos con el bebé en la cuna, mientras la mesías para tratar de calmarlo, a la vez que tratabas de tararear una dulce nana, cosa que parecía dar resultado por que se iban durmiendo poco a poco durmiendo, tratabas de rememorar lo que leíste de esta novela, pero solo leiste alcanzaste a leer la sinopsis en la portada y recordabas algo de la trama por las conversaciones con tu amiga y compañera de trabajo.

-Mierda... Si tan solo no me hubiera hecho la exquisita y hubiera leído el primer tomo por lo menos... ¿Por qué no lei el pinche libro?- Te engañaste a ti misma sabiendo que estabas realmente jodida en este punto.

Pero no puedes rendirte ahora, tienes más o menos una idea de qué va la trama y has leído un sin fin de libros, mangas, manhwas, novelas gráficas y ligeras con esta temática de mundo de fantasía mágica, sabias el curso de acción a tomar para sobrevivir, así que a como pudiste te tragaste el miedo, te aseguraste de que tu bebé estuviera bien dormido y ya muy decidida abriste de golpe las puertas de tu habitación, por suerte los ministros siguen ahí murmurando entre ellos que hacer, ya que tú no parecías estar en tus cinco sentidos por el luto.

-¡Señores, ya lo pensé mejor y no huiremos, eso nos dejaría como unos cobardes incivilizados!- Exclamaste decidida y llevándote ambas manos a la cintura con confianza.

-Gracia al cielo, recapacito- Exhaló aliviado uno de los ministros.

-¿Entonces qué haremos?- Preguntó otro ministro esperando que tuvieras un az bajo la manga con el que ganar.

-¡¡NOS RENDIREMOS!!- Exclamaste en voz aún más alta y decidida.

-................... ¿Qué?- Dijeron todos a la vez.

-¡Así es, no hay manera de que ganemos esta guerra sin terminar todos muertos! ¡Así que por el bien de mi bebé y nuestra gente nos rendiremos, seremos unos cobardes civilizados- Dijiste cruzándote de brazos -Ministro de paz, por favor vaya a izar la bandera blanca en señal de que aceptamos la derrota y déjenlos entrar a la capital, ahora si me disculpa tengo una crisis nerviosa que seguir-

Y con esa orden volviste a encerrarte en tu habitacion y llorar a todo pulmon tu maldito destino, por que sabias que no querias acabar muerta por el loco villano enamorado de ti, lo mejor era darle gusto.

Continuara...

PADRASTRO DEL HEROEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora